DISTORSIÓN DE RECUERDOS | NARUTO

CRISIS DE IDENTIDAD

Cuando la Kunoichi de la Hierba lo arrojó a las profundidades del abismo, todo lo que el joven ninja conocido como Naruto Uzumaki escuchó fue un grito.

La bruma oscura aplastó la mente de joven Uzumaki rubio tan repentinamente que se sintió un destello de luz amarillo abrumador. Las sensaciones se sintieron volátiles. Tan rápidas, tan fugaces, tan ágiles. Fue bombardeado por imágenes de las que no recordaba. Vio docenas de ninjas desconocidos en un páramo yermo y rocoso; de alguna manera sabía que los hitai-ate en la frente de los ninjas eran los de la Aldea de las Rocas. Susurros de 'El Destello Amarillo de Konoha ' se filtraban por sus oídos; suaves, pero con una incredulidad y terror crudo.

Entonces el recuerdo volvió a él, distorsionado por una neblina carmesí distintiva. Él 'permaneció' con vistas a la aldea, desde lo alto de la cabeza de Yondaime, y vio a un zorro de nueve colas causando estragos en la aldea. El enorme zorro demonio miró hacia arriba y vio a Naruto. Con una voz diferente a la suya, el Uzumaki dijo, tan baja y peligrosa en reconocimiento: "¿Entonces ya me has visto?"

Agonía.

Desesperación.

Tortura.

Tan pronto como seguían los borrones, los recuerdos de cristal, Naruto se frotó su cabeza abrumada cuando volvió en sí. Su rostro se contorsionó en un grito silencioso cuando el dolor se hundió en su estómago, apretando alrededor de la suave carne. Luego, sin previo aviso, el chico rubio se desplomó, inconsciente.

La agonía continuó aún así.

"Naruto ... vas a experimentar mucho dolor y sufrimiento ..." Una voz femenina hizo eco en su mente, suave y rota. Llena de una tristeza profunda e irreparable. Inevitablemente llegaron destellos. La gente le fruncía el ceño; había rabia, tristeza, odio ...

"Fenómeno".

"Monstruo".

"Mamá dijo que no puedo jugar contigo".

"Él es ese chico"

"Demonio".

"Recuerda quién eres, encuentra una meta, un sueño y no dejes de intentarlo hasta que se haga realidad". La voz femenina habló de nuevo; su dolor en ella aumentó más y eso trajo otro recuerdo. Una palabra fue la más consistente de todas.

"¡Inútil!"

"Hay ... hay mucho más que quiero decirte ... enseñarte sobre ... quiero quedarme contigo. Te amo mi bebé." Se pudó escuchar el llanto cuando Naruto sintió una gran pena, la mujer estaba llorando.

"Lo siento Minato. Me tomé todo tu tiempo". Ella sollozó más fuerte cuando se refirió a él, esa voz masculina. La misma voz que había salido de él, ahora débil y acuosa. No se sentía mal ese nombre. Pero su visión era oscura en los bordes, constantemente vacilante, pero al mirar su mano casi parecía... en capas. Podía sentir la sangre pero lo que veía cambiaba constantemente. Desde los guantes jounin, manos desnudas y con un suéter blanco de franjas negras o uno completamente azul marino. De las manos de un adulto a un adolescente, a un niño. De carne y sangre a... Todo estaba mal. Y sin embargo... no importa lo que su visión le mostrara segundo a segundo, sabía que estaban bien . Él era él .

Recordaba... todo de él.

Incluido...

Temblando horriblemente, sintiendo que sus entrañas intentaban desesperadamente escapar, Naruto giró su mano y dejó escapar un grito ensordecedor. El dolor era insoportable. Lo único que no sabía era que estaba parado frente al sello. El chakra blanco surgió dentro de la jaula y dos ojos rojos se abrieron. Gruñendo de una forma exasperada y grotesca en su mascullo.