VII

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Pov Lena.

No se como pero el doctor sexy encontró a un juez que aceptara el caso. Hoy es viernes día del dichoso juicio en mi contra, deje libre toda mi agenda de este día para esto, espero que no duremos mucho, tengo hambre.

Así que ahora estamos bajando del auto en el juzgado. Le agradezco a Mikael mi chofer, tuve que contratar uno, ya que no es bueno que manejo por mis mareos, y una de las chicas tenía un hermano desempleado que buscaba empleo para seguir con sus estudios.

Mi madre y mi abuela ya se fueron, quisiera tenerlas aquí conmigo, pero tienen responsabilidades que atender alla.

-tu solo manten la calma, no dejes que te moleste, no tiene nada que pueda usar en tu contra- me dice Bárbara y asiento, mientras entramos.

-Lena- me giró al escuchar que me llaman y me encuentro con mi doctor.

-señor Kane, como esta?- lo saludo con una sonrisa, no tengo que cambiar mi actitud hacia él por el idiota sexi que tiene por hijo.

-muy bien y tú cómo te has sentido?- me preguntó y noto a su hijo mirandome a poco metros de donde estamos.

-bien, solo que ahora no puedo conducir por los mareos y duermo de más- le cuento.

-es normal que tengas más sueño y no trates de quedarte dormida, duerme lo que tu cuerpo te pida- me dice.

-tampoco es como si pudiera- me encojo de hombros.

-vamos, debemos entrar- me dice Barbara y me despido de mi doctor, para entrar a la sala.

CAda quién toma sus asientos, arrugó la nariz cuando siento cierto olor a café en la sala, no puedo estar cerca de ese olor de inmediato tengo unas inmensas ganas de vomitar todo, es peor en el trabajo.

-te sientes bien?- me pregunta Barbara.

-si, creo que alguien aquí estuvo bebiendo café, sabes como me pone ahora- le contestó.

-de pie para recibir al juez Ricardo Mois- dice el oficial y todos nos ponemos de pie y un hombre que casi podría ser mi padre entra a la sala con la típica bata como yo le digo de juez, después de que él toma asiento nosotros lo hacemos también.

-buenos días- dice el juez y todos contestamos, mientras lee eel folder con el caso- abogados acérquense- pide y ambos van y se ponen de pie frente al juez- heber si todo ha quedado claro, su representado está demandando a la representada de ella para que le entregue el niño al nacer que se le inseminiso artificialmente por error- dice el juez mirando al abogado del sexy doctor.

Tengo que dejar de decirle así.

-si señor juez- contesta.

-y su representada no demandará al hospital y a los doctores por negligencia?- le pregunta ahora a Barbara.

-no señor juez- contesta.

-vuelvan a sus lugares- dice y cada uno o hace- tiene la palabra los demandantes- dice el juez.

-como había dicho señor mi representado el doctor Kane solo pide que la señorita Grinch le entregue a su hijo diez días después de dar a luz, como se había planeado- dice el abogado.

-objeción!!, mi cliente nunca llegó a ese acuerdo con su representado- dice Bárbara- o ningún otro-

  

-admitido- dice el juez- según el informe que tengo aqui la señorita Grinch Hernández, fue con quién se hizo dicho acuerdo, verdad?- pregunta el juez.

-si señor juez- contesta el abogado del doctor sexy.

-y la señorita Grinch fuentes no- dice y asiente, Barbara me mira con una sonrisa- miren, este es un caso en verdad peculiar, más aún porque ese bebe aun no ha nacido, ambas partes tienen buenas posiciones sociales para mantener a la criatura, como ninguno de los dos tiene algún problema con l justicia, la verdad no estoy para escuchar quién sabe por cuanto una discusión que estoy casi seguro ninguna de las partes ganara del todo, así que daré mi decisión de este juicio- dice y todos nos quedamos sorprendidos.

Miro a Barbara, al doctor sexy y su abogado y estan igual.

-desde este próximo lunes y hasta que ese bebe nasca, ambas partes deberán vivir juntos en el lugar que ambos decidan y el doctor Gabriel Kane será el medio encargado de la señorita Grinch- dice.

-NOOOO!!!- gritamos Gabriel y yo al mismo tiempo levantandonos de nuestros asientos, solo que yo siento un fuerte mareo por lo brusco de mi movimiento.

-Lena!- Barbara me sostiene como puede, hasta que unos fuertes brazos me sostienen y me hacen sentar.

-quieres vomitar?- me pregunta Gabriel, niego aun con los ojos cerrados- denle un poco de agua, respira con calma, el mareo pasara- me dice con delicadeza- mejor? me preguntan minutos después y abro los ojos y asiento-has desayunado?- me pregunta.

-fruta, es lo único que mi estómago no devuelve- contestó.

-debes comer algo más, así los mareos no serán tan intensos- me dice.

-ya que la señorita se encuentra mejor, mi decisión siguen en pie- dice el juez los dos intentamos objetar de nuevo pero levanta la mano deteniendonos- si no cumplen con el veredicto, al nacer ese niño ninguno de los dos lo tendrá, cada cierto tiempo resibiran visitas de un encargado de el juzgado en la dirección en la que decidan vivir para confirmar que sí lo están haciendo- dice el juez firme- se levanta la sesión- dice y el juez se retira de la sala

-esto no puede estar pasando- dice Gabriel- no voy a aceptar esto- dice.

-yo tampoco- digo.

-si no lo hacen ninguno tendrá al bebé, no tienen otra opción- nos dice Barbara.

-es verdad, así que ambos es mejor que se acuerde ahora de dónde vivirán- dice el abogado de el doctor sexy.

-si no hay de otra- digo- podemos hacerlo mientras almorzamos por favor- pido y todos asienten.



El Doctor Quiere Un HijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora