🥀Cherry🥀

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— No encontramos ningún problema en su corazón, señor McQueen. Probablemente fue un paro cardíaco por el estrés, aunque últimamente ha entrado al hospital muy grave. — Dijo un señor de bata Blanca mientras hablaba y mantenía una hoja con los resultados del menor quien solo movía nervioso su pierna y temblaba.

Restregó su cara, sintiendo las enormes ganas de gritar. Sin embargo, no lo hizo.

— ¿Entonces está diciendo que todos los ataques que tengo solo son por tensión? — Preguntó, sin embargo el rostro del hombre se mantenía serio. Lightning río. — Esto no pudde ser creíble, yo no puedo tener paros cardiacos.

— La enfermedad no busca edades, señor McQueen. — El rubio solo tembló.

— P-por favor, no me diga señor. — dijo temblando, sin embargo el doctor rodó los ojos. — N-necesito algo para aliviar mi corazón.

— Esta prohibido dar medicamentos que arriesguen o empeoren su condición. Le recomiendo descansar.

El rubio solo suspiró, tomando la receta y salir del consultorio. Caminando lentamente por los pasillos mientras veía a los pacientes y algunos enfermos en ellos. Se sintió incómodo, notando que algunos chicos lo observaban con asco e intriga.

Aceleró su paso, tragando duro y saliendo del hospital para entrar a la limusina. Recostandose en los asientos y empezar a llorar, no porque alguna arruga había salido de su ojo.

Sino, porque Mate ya no estaba a su lado al igual que Hudson.

Cerró fuertemente los ojos, empezando a llorar mientras trataba de descifrar todo lo que había hecho. Su mente se destrozaba y cuando trataba de llegar finalmente al recuerdo, los ataques al corazón volvían. Tenían que recibirlo y darle electroshock para revivirlo, sin embargo su piel ya estaba lastimada.

Era como si el joven apuesto McQueen se estaba volviendo un hombre maduro.

Limpió sus mejillas cuando llegaron a casa, salió del auto y corrió a la mansión. Dispuesto a esconderse en la casa.

Subió directamente a la alcoba, ignoró al hombre que leía y comía cómodamente en su comedor. Cerró con fuerza la puerta, tragando duro por la ansiedad.

Empezó a azotar todo a su alrededor, llorando y pateando los bellos muebles y sillas. Destrozando los billetes y revolviendo su cabello, tratando de recordar todo.

Sin embargo, termino viéndose en el espejo. Llorando al notar su frágil rostro hinchado por llorar. Negó levemente, siguiendo con su sufrimiento.

Se hincó, ocultando su rostro entre sus manos. Hasta que una bruma negra envolvió su cuerpo, provocando que se alejara asustado hasta levantarse.

Las cortinas se cerraron y las velas se mostraron al igual que el pentagrama. El rubio trató de acercarse a las luces, pero al sentir que una mano sostenía su bella cadera.

— ¿Qué ocurre amore? ¿De nuevo alguien te hizo sentir mal? — El rubio se separó, empujando su cuerpo mientras se abrazaba. El castaño río suavemente, cambiando sus ojos a un color rojo. — ¿Asustado? Mi vida, podemos cambiar ese temor por algo más interesante... — Acaricio su mejilla, pero el rubio solo le dió una bofetada. El castaño solo gruñó.

— No me toques... — dijo enojado. — ¿Qué mierda eres?

El castaño río a carcajadas, negando y caminando al rededor del menor. Envolviendo su cuerpo en esa bruma negra.

🥀 Born To Die | FranQueen 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora