CAPITULO 1 - ¡ATENCIÓN!

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Se dice que cuando un ambiente muy tranquilo recorre todo el lugar en donde sueles estar, es porque algo potencialmente malo está a punto de ocurrir a tu alrededor. Muchos llegan a intuir esta suposición porque la mayoría de las veces llega a ser verdad, pero lo que la gente no llega a asimilar es que las cosas tanto buenas como malas forman parte de nuestra vida normal, aunque muchos decidan no creer en esto, incluso porque a algunas personas les ocurren más cosas malas que buenas, pero la verdad es que estas cosas simplemente se nos imponen o para cambiar nuestra vida o sólo para pasar el rato y superarnos.

Pero, ¿Qué pasa cuando esto se excede de una manera en la que la vida de alguien depende de nuestras acciones?, todo se vuelve más complicado, y son estos retos extremos en los que la mayoría de personas se meten solas por lo mismo, sus decisiones o sus descuidos.

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En aquel pequeño poblado en el cual no destacaba de ninguna manera de los demás, lo que parecía un auto muy colorido digno de haberse pintado con todos los colores del arcoíris y que cargaba en la parte superior de este unas grandes bocinas paseaba por esta zona haciendo retumbar en todos los lugares por donde pasaba la inminente llegada de un gran circo al poblado junto con la música muy característica de esta. Los niños salían corriendo de sus casas para ver este carro junto con algunos jóvenes y adultos que ansiaban el poder asistir a ese circo para poder aliviar sus preocupaciones del día en un acto que los que lo anunciaban parecía que sería entretenido.

Este auto llegó a pasar cerca de un parque, en el cual allí se encontraban cinco jóvenes y jóvenes adultos disfrutando de lo que aparentemente era un día libre, e inmediatamente al escuchar el ruido que esta provocaba legó a llamar la atención de los chicos allí, desviando su caminata hacia donde este auto se había estacionado durante un momento; será con estos cinco chicos el cómo iniciará esta pesadilla.

- ¿Escucharon eso?, ¡vendrá un circo! – habló una de las chicas del grupo, bajita de cabellos azabaches, piel un poco morena y ojos aparentemente azules: Very

- Al parecer, eso es lo que están diciendo – afirmó un chico con algo de desinterés, no tan alto, pero tampoco bajo, de cabellos obscuros, piel algo clara y ojos cafés: Ian

- Sería entretenido ir, aunque sea a entretenernos un poco, ¿no? – preguntó de manera normal otra chica, esta era de cabellos castaños, piel clara y ojos morados: Mai

- Distraernos De nuestras preocupaciones por un momento en un circo suena bien para mí – apoyó la idea el otro chico, este era de cabellos rubios no tan claros, piel algo morena y ojos azules: André

- La verdad a mi me da igual, donde vivo siempre hay circos – habló la última chica del grupo, esta era de cabellos castaños, piel clara y ojos... bueno, sus ojos no se mostraban por tener lo que parecía ser similar a una máscara en estos: Lura

Todos voltearon a ver a esta última que habló, mirándola con desgano, como si la reprocharan por lo que dijo; esta al notar tal acción volteo a ver a sus compañeros y les devolvió el reproche.

- ¿Que?, no lo dije para que se pusieran así –

- Pues no, pero tampoco nos restriegues tu primermundismo en la cara – le respondió el rubio con un tono dolido en la voz y de manera un poco dramática – Que nosotros solamente hemos asistido a un circo muy pocas veces en nuestras vidas –

- Wow, tranquilos, perdón. Solo fue un comentario, ¿ok? -

- Está bien –

Los chicos se acercaron a la camioneta cada vez más inundando sus oídos con la música típica de circos que emanaba de manera abundante de los parlantes gigantes que se ubicaban arriba de aquel vehículo, a su misma que se enfrentaban de una no tan gran pero si abundante avalancha de niños y padres que intentaban calmar a sus criaturas que intentaban conseguir sus boletos con descuento en aquel vehículo, la oferta era bastante tentadora, pues sabían que si decidían ir al circo después y comprar sus boletos en el sitio, este les saldría más caro, así que aprovechar cosas como estas son bastante buenas, ¿Quién no se querría ahorrar un dinerito extra para ti mismo?

La avalancha de niños poco a poco se iba diluyendo más, dándoles a los cinco jóvenes oportunidad de moverse más adecuadamente y sin empujarse los unos a los otros, mientras que cada uno de estos hablaba sobre sus experiencias malas o buenas en los circos, causando risas o ilusiones a los demás; por cada palabra, hacían que su emoción por saber que s encontrarían en este circo incrementaba considerablemente al momento, y lo que pareció ser una eternidad de espera, por fin acabó, siendo recibidos por lo que parecía ser un payaso muy alegre.

- ¡Oh, jóvenes mayores finalmente! ¡Y sin niños!, ¿Desean volver a su increíble infancia con nuestro increíble acto de circo?, ¡Recuerden que solo nos presentamos por aquí una vez cada 5 años! – les saludó y dijo ese alegre payaso que se veía exactamente como lo habían imaginado

- ¡Claro!, queremos 5 boletos por favor – habló André

Aquel payaso se aproximó rápidamente para poder entregarles sus boletos a los chicos de la manera más divertida posible, cada uno con un truco divertido y excepcional. Una vez todos obtuvieron el suyo, recibieron un papel aparte, en donde se especificaban las horas y las fechas de las funciones más próximas, y aparentemente, la próxima función de daba el siguiente día, justamente un día totalmente libre para todos los amigos, ¡Que suerte!

- ¡Muchas gracias por los boletos señor payaso! – agradeció la chica de cabellos azabaches

- No es nada, ¡esperamos y disfruten el gran show! – el payaso les dijo para seguidamente ver como los jóvenes se alejaban de su vista para ir a sus respectivas casas, pues vio como los amigos se separaban cada uno tomando un camino diferente, y finalmente antes de volver a sus demás asuntos, dijo en un susurro para sí mismo – Supongo que ustedes serán los siguientes, lo siento chicos –

Y tras decir esas palabras, simplemente se volteó y volviendo con su actitud alegre terminaba de entregar los demás boletos que le quedaban a los niños restantes y otros que poco a poco se acercaban, mientras que en su interior intentaba no reírse ante la situación; vaya que nadie sabría lo que les esperaría a aquellos chicos.

Escaping From Circus HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora