Capítulo 16

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Después de dejar todos los detalles del pastel listos. Los cuatro nuevamente se dirigieron al estacionamiento del centro comercial.

Mishel veía a Tiffany con algo de curiosidad. Desde que quedaron en la fecha en la pastelería había adquirido un semblante pálido y enfermizo. Casi pensaba que de un segundo para otro Tiffany había enfermado y cuando le preguntó si pasaba algo. Ella simplemente respondió. No. Y con una sonrisa se alejó acercándose a Julian. A pesar de su respuesta, Mishel no estaba del todo convencída.

Tiffany quería llegar ya a casa y ver si podía conseguir salir de alguna manera sin que nadie la viera. Para después correr a comprar una prueba de embarazo y salir de dudas. Sus fechas se habían retrasado, pero eso no decía nada. Podía ser un simple retraso por el estrés de los preparativos o por diversos motivos que ni conocía, pero que sabía o tenían que existir.

—¿Te sientes mal? —La voz de Julian la sacó de sus pensamientos.

Tiffany negó con la cabeza. No quería hablar de eso, por lo menos no en ese momento.

Regresaron a casa en silencio. Mishel y Kylan se veían entre sí tratando de ver si uno de ellos sabía que estaba pasando. Pero ninguno de ellos sabía nada o por lo menos no se habían percatado de nada que el molestara. Mishel estaba segura que todo estaba bien hasta que salieron de la pastelería. Fue después de eso que Tiffany se quedó extrañamente callada y por un momento la vio pálida. Quería preguntarle que es lo que había pasado, pero estaba segura que ella no se lo diría. Por lo menos no estando ahí Kylan y Julian.

Llegaron a casa y Kylan se disculpó con todos, diciendo que tenía que hacer acto de presencia en la empresa por un asunto importante. Le dio un beso a Mishel y se marchó en su auto dejando a todos en la puerta.

Julian veía de reojo a Tiffany. Sabía que algo estaba pasando y el no dejaría que ella se lo ocultara. Tenía que saber que es lo que la puso así.

—Bien. ¿Que les parece si entramos y tomamos una taza de té? —Dijo Mishel cortando el silencio y caminando hacia la entrada de la casa.

—Si nos disculpas. Tiffany y yo tenemos que hacer algo. —Dijo Julian tomando la mano de Tiffany con más fuerza de la necesaria. —Pero voy a traerla a casa más tarde. —Mishel vio entre Tiffany y Julian para después asentir.

—Esta bien. Pero no demoren demasiado. —Mishel entro a la casa y Julian casi derretía a Tiffany con la mirada por la forma en la que la veía. Tenía que saber que estaba pasando por esa pequeña cabeza. Si o si.

—Vamos. —Dijo y camino hacia su auto que había dejado antes de ir a ver los detalles de la boda. La ayudó a entrar para después el entrar en el asiento del piloto.

Condujo por unos quince minutos, esperando pacientemente a que ella hablara. Pero cuanto más tiempo pasaba más se desesperaba. Ella no decía nada, solo se estrujaba los dedos como si no pudiera hacer nada más que eso. Estaba nerviosa y el lo sabía, lo sentía y eso estaba poniéndolo nervioso a el de igual forma.

No aguantó mas y estacionó el auto cerca de un parque. Era día laboral y era horario de clases, así que no había casi nadie al rededor.

—Quiero ser paciente. En serio quiero serlo... —Habló Julian tratando de controlar las ganas de agarrarla por los hombros y hacer que suelte lo que la Incomodaba. Pero por muy impaciente que estuviera no haría eso. —Pero ya no puedo, así que tienes que decirme ahora mismo lo que está  pasando. —Terminó con un suspiro.

Tiffany quería hablar con el. Pensó hacerlo lo más pronto posible, pero en ese momento no podía dejar de estrujarse los dedos. El la veía con tanta intensidad que la reducía y la volvía chiquita en su espacio. Temía por su reacción, temía que no le gustara la idea de ser padre y que la rechazara. Que rechazara ese bebé. Ella no le  perdonaría su rechazo, no lo haría. Y eso significaría que todo entre ellos terminaría y temía que eso pasara.

Resistiéndome a ella (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora