Prólogo

185 25 1
                                    

Hace muchos años, en un reino lejano, había una tradición tan romántica, que por aquel hecho, todos los pobladores se podían sentir como si fueran los mismos espectadores de una historia de romance

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hace muchos años, en un reino lejano, había una tradición tan romántica, que por aquel hecho, todos los pobladores se podían sentir como si fueran los mismos espectadores de una historia de romance.

Y empezó por una dulce princesa de cabellos oscuros, era la más bella de todo el país. Todos querían cautivar su corazón, pero ella no tenía ningún interés, hasta que llego el joven valiente a entregar una carta. Esa carta contenía sus claros y puros sentimientos, la princesa encantada de la manera en como la hizo sentir la más bella gardenia, dentro de miles de rosas. Acepto su propuesta de estar junto a él. Pero su padre, el rey, no aceptaba que se casara con un sujeto que no tenía nada que darle a su hija.

Ella con el corazón roto de no poder estar junto a su amado, planeo escaparse con él y ser felices. Lo que ella no contaba es que su padre le había matado a su amado. Despechada, termino con su vida.

El rey quedo solo por todo la eternidad, e hizo una ley dedicada a su difunta hija. Cada princesa se le dará cartas a la edad de catorce años, dejándose enamorar por cualquier persona, sin importar su estatus. El hombre que lo logre, se quedara a cargo del corazón de la princesa y del reino.

Desde ahí, cada pequeña jovencita recibió cartas de muchos hombres, hasta que sus palabras cautivaran su corazón si haber conocido su rostro. Así varias mujeres encontraron el amor de su vida mediante cartas.

Pero, hubo una que no se comparaba a ninguna.

Al recibirlas, les decía a sus fieles sirvientes que regresaran sus cartas, ya que ellas no le hacían sentir como le habían contado.

Estaba triste y deprimida, le dijeron que su corazón latiría fuerte, que no dejaría de pensar en lo que acababa de leer. Fue una simple farsa.

Dejando de lado su tristeza, ella comenzó a leer cientos de libros de romance, todos la llevaban a ese universo deseado. Y cuando de nuevo le llegaban las miles de cartas, corregía los errores que cometían, cada una que leía, cada una la marcaba sus errores.

Llegando a la justa edad de dieciocho años, sin encontrar a aquella carta, que a cada princesa le llegaba. Creyó que estar esperando tanto tiempo era una total perdida, así que comenzó a estudiar con ayuda de sus profesores a algo que la motivara a seguir su vida.

Remotamente le llego una carta fuera de lo común, una carta que la hizo quitar ese pensamiento de esperar promesas de amor, palabras dulces y un romance como ningún otro, si no que algo más que eso.

Remotamente le llego una carta fuera de lo común, una carta que la hizo quitar ese pensamiento de esperar promesas de amor, palabras dulces y un romance como ningún otro, si no que algo más que eso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lluvia de Cartas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora