Frappuccino 001

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Sophie 

Otro día más en que mi madre insistía para que buscara trabajo. Me sentía como cuando tenía doce años y mis padres no paraban de insistir para que estudie, ni siquiera sé porque lo recuerdo. Hace una semana había mandado una solicitud de admisión para Starbucks; mi mejor amiga, Stella, trabajaba allí. No es porque quiera trabajar en el mismo sitio que mi mejor amiga, sino que me fascina Starbucks y si tengo que esperar una semana más para recibir la solicitud, esperaré.

— Por favor, mamá, te digo que envié la solicitud —dije sentándome enla pequeña mesa de la cocina, suspirando gravemente.— ¿Me pasas mi ordenador? —le pregunté estirando mis manos hacía ella.

— ¿Que acaso no tienes piernas? —preguntó burlona.— Cielo, levanta el culo y búscate tu ordenador. —dijo sonriente.

Odiaba cuando le pedía algo que tenía cerca suyo y no quería alcanzarmelo, no, en cambio de eso tenía que levantarme yo a buscar mi ordenador. No es que sea vaga, pero aquellas acciones las odiaba mucho. Pero ten cuidado cuando tu madre te pide algo y tú no se lo quieres alcanzar.

— ¿Que pasa si no te contestan? —mi madre y su positivismo, en alto.

— Mamá, deja de ser tan positiva —sonreí.

— Lo siento, Sophie, cariño —ella encendió la tele y puso el amado noticiero.

Era sábado por la mañana, se preguntarán ¿qué hace una levantada un sábado por la mañana? Bueno, la verdad es que no logré pegar un ojo en toda la noche gracias al nerviosismo de si me aceptaban o no. Abrí mi correo y fue cuando entré en modo emoción.

— Te lo dije, te dije que me iban a aceptar —dije contenta.

—Oh, felicidades, cielo —mi madre besó mi mejilla.— ¿Cuándo comienzas a trabajar?

— Lunes por la mañana.

n/a: El lunes por la mañana comenzará todo *emoji pervertido*

Starbucks (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora