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━━━ ¡Apaga ya esa alarma ___ que molesta! ━━━ La voz de su madre se hizo presente, y esa voz era mucho más eficaz que cualquier despertador que pudiera tener. La joven se levantó perezosamente, pero al recordar que hoy era su primer día en el colegio y que conocería a sus personajes favoritos le emocionaba. Saltando como caperucita roja se fue a bañar y a cambiarse tan rápido que en un dos por tres ya estaba abajo con su mayor.
━━━ Por fin te despiertas...Toma ━━━ La mujer que estaba en la cocina le entregó un sándwich y una mochila con libros a su hija y para cuando ___ se había dado cuenta, ya se encontraba afuera de la casa. Suspirando y colocando una sonrisa en su rostro comenzó a caminar rumbo a la escuela, o eso pensaba porque la verdad en los pocos días que llevaba ahí no pudo encontrar el camino a la escuela.
Mientras caminaba iba comiendo su sándwich de jamón, pero sus ojos divisaron a una chica de coletas y con un pantalón rosado, haciendo que sus ojitos brillaran y fuera detrás de ella, ¡quería ver en vivo cuando salva al maestro Fu!
Y así lo hizo, Marinette tomó del brazo al anciano de playera roja y en su intento cayendo de cara y que sus macarrones se cayeran al suelo y algunos de ellos fueran pisados por las personas que pasaban por ahí. ___ con rapidez se acercó a ella y cerró su cajita de galletas para después tenderle la mano para ayudarla a pararse. La de ojos azules la miró, con una sonrisa aceptó la ayuda que le proporcionó la contraria.
━━━ No se preocupe, los desastres siempre me persiguen...Además quedan unos pocos ━━━ Sonrió dulcemente, ofreciendo sus galletas al mayor entre los tres, para después mirar a la chica que le ayudó a pararse y ofrecerle también una, a lo que ___ aceptó gustosa.
━━━ ¡Son deliciosos!━━━ Comentaron ambos a lo que estos se miraron y la chica se rió, haciendo que el contrario también lo hiciera. La campana de la escuela sonó, alarmando a las dos chicas de ahí, despidiéndose del anciano de bastón.
