Relato de un sueño desesperado

Cerrando los ojos.

Las cosas que pasan por tu mente se pueden convertir en crímenes si los llevaras a cabo, puede ser aterrador luchar contra todos esos impulsos que surgen diariamente en tus pensamientos, ¿pero qué pasaría si ese miedo te abrumara más de lo común?, si pierdes el control de tus actos y la paranoia la vives en cada segundo de tu vida, justo eso me ha pasado desde hace tiempo, alrededor de unos seis meses donde todo se intensifico más, y donde siento que no resistiré más tiempo esto, estos delirios de persecución son más intensos las alucinaciones más severas y el miedo ese que hela los huesos y te paraliza por completo, ese terror que te impide dormir noche tras noche esta fuera de control.

El medico decía que estaba entrando en un periodo de inestabilidad mental y que si no hacía algo para controlarme me vería seriamente afectado. ¿Afectado? Está jugando conmigo acaso no ve el estado en el que me encuentro, él me decía que debía dormir más, y como siempre sacaba de ese viejo maletín varios frascos de Clorpromazina, estaba seguro que con eso sería suficiente para mantener mis terrores nocturnos controlados, y sobre todo el que lograra dormir sería una ganancia, pero lo que él no sabe es que aunque este durmiendo las visiones no se van había intentado decirle pero… mi confianza con él era escaza, él siempre me veía con esa mirada de “Te dije que todo es parte de tu imaginación, nada es real”.

Nada es real… yo mismo me lo repito todo el tiempo, aunque mi mente este siendo consumida por esta situación la angustia sigue, pero no tiene caso discutirlo más con él, no es la persona adecuada para ayudarme, y este medicamento me servirá cuando sea insoportable el cansancio y deba dormir…

Dormir… ¿Qué sucede al dormir? Por experiencia sé que la demencia toca la puerta he invade esos sueños, esos que al fin y al cabo solo habitan en nuestras caóticas y existencialistas mentes, no hay tiempo de vacilar, no hay tiempo de esperar a razonar, ese oscuro y lúgubre camino está a mis ojos tenebroso y siniestro aun así debo avanzar, el frio invade mi cuerpo y lo paraliza entonces las voces surgen como canticos demoniacos que taladran mis oídos, y voy perdiendo el control de mí, y me voy perdiendo entre la oscuridad que me arrebata el alma o lo que queda de ella… y después … y después el silencio aparece tan ensordecedor como aquellos canticos de ultratumba que llegaban a mis oídos,  y ahí está… observándome fijamente, con esos ojos fijos y huecos impregnados de sangre y odio,  con esas despiadada sonrisa, el miedo me invade carcome cada esperanza de sobrevivir, y mi mente no reacciona no puedo salir de esta alucinación, aunque empiezo a dudar que esto sea una fantasía.

Son las tres de la mañana y por fortuna el timbre de mi puerta sonó para despertarme, me levanto y veo la hora.

—Debe ser ella. — Me dije —Esa chica cada vez llega más tarde tendré que hablar acerca de su paga, —

Me lleve las manos al cabello para acomodarlo y busque en mi cajón esa desgastada caja de cigarrillos enciendo uno me lo llevo a los labios con poca fuerza aspiro el humo del mismo, creo que llevo varios días sin comer he perdido el apetito y solo he sobrevivido a base de tabaco y whisky, me levanto lánguidamente para abrir, camino por el corredor tambaleándome y bajo unas pequeñas escaleras.

—Esto es un desastre. —

Pense al observar el estado en el que se encontraba mi casa, como si la suciedad estuviera fusionándose con ella, desde hace días no tenía ánimo para nada, por lo que el estado actual de mi departamento se debía a eso.

Entonces abro la puerta a Lyha ese era su nombre o así se hacía llamar realmente dudo que me diera su nombre real, esa mujer la había contratado desde hace unos meses, para que me hiciera compañía. La noche que la encontré estaba desesperado por el miedo de estar solo en esa habitación que siempre me oprimía… por sentir esa presencia que no se alejaba de mí y que todo el tiempo deambulaba en mis pensamientos.