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Un nuevo día empezaba en Isla Ballena, un día bastante esperado, agitado y lleno de emociones variadas. Un moreno se despertaba por el sonido de su alarma, restregaba sus ojos con algo de sueño, pero durmió tan bien, hace bastante tiempo que había dejado de dormir completamente bien, rara vez lo conseguía, pero esta vez fue distinto, durmió como un bebé inesperadamente, pensó que dormiría terrible a causa de lo ansioso que estaba, pero el efecto fue el contrario, quizás se debía a la charla con el peliblanco. Se levantó y se fue a dar una ducha para despertar por completo, pues estaba emocionado por este día. Preparó el desayuno y fue hacia la habitación dónde estaba su querida amiga durmiendo plácidamente.

- Biskyyy, oooi — nombraba a la rubia al mismo tiempo que golpeaba la puerta para que así ella se levantara, pues tenían mucho que hacer

- 5 minutos máaaaaaaass.... — dijo la anterior nombrada mientras iba bajando la voz, tenía sueño, a pesar de intentar dormir temprano se quedó despierta hasta aproximadamente las tres y media, viendo anime, si, Bisky es toda una Otaku, pero no le gusta que lo sepan, Gon es la única persona que lo sabe, sus géneros de anime favoritos son los BL, románticos, comedia o comedia romántica.

- Biskyy vamoooos, ¡Dijiste que me acompañarías a comprar lo que faltara para cuando llegara Killua y Alluka!

Bisky reaccionó cuando escuchó lo de Killua, recordó que quería ver a esa parejita por fin dándose cuenta de todo y poder reírse del albino por ser tan despistado al igual que Gon en ese tema. Se puso su bata rosada, abrió la puerta y se dirigió al comedor, todo en menos de 10 segundos, Gon quedó plasmado.

- Vamos Gon, tengo hambre, ¿Acaso esperas una invitación?, ven a desayunar, que tenemos muchas cosas que hacer hoy — decía mientras se preparaba su café de vainilla

- Uh, si — extrañado pero ya feliz de que se levantara, fue junto a Bisky para desayunar juntos

En otra parte más alejada se encontraba una adolescente golpeando fuertemente la puerta de su hermano mayor obligándolo a salir de su habitación

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En otra parte más alejada se encontraba una adolescente golpeando fuertemente la puerta de su hermano mayor obligándolo a salir de su habitación.

- ¡Onii-chan!, sal de tu habitación ahora mismo, ¡No puedes estar ahí encerrado!, ¡Recuerda que hoy iremos con Gon-kun! — no recibió respuesta — ¡KILLUA BASTA!, NO PUEDES SER ASÍ DE INMADURO, ¡SAL DE UNA MALDITA VEZ COBARDE!

Killua escuchó a su hermana llamarlo por su nombre, decirle cobarde y aún peor, maldecir, encima que era en su contra, se sintió culpable pues a medida que fue creciendo, este se hizo más y más grosero, o al menos su vocabulario, ya que no había un Gon para detenerlo y ser ese sol que ilumina a la luna

Pero bueno, como se aprecia, el albino no quería salir de su habitación por el simple hecho de que estaba terriblemente nervioso por la situación a la que debía enfrentarse el día de hoy. Pero por alguna extraña razón llego a la conclusión de que si estaba actuando así es por qué aún sentía cosas por Gon, eso no lo quería para nada, tomó sus cosas, abrió la puerta como si nada hubiera pasado y fue al baño ignorando la intensa mirada que le dirigía Alluka. Salió del baño ya limpio y vestido, se dirigió al comedor, vio que su hermana ya tenía todo el desayuno listo y servido en la mesa, por lo que se dispuso a sentarse mirando atentamente la taza que tenía en frente, pues aún sentía la intensa mirada de su hermana y eso no lo dejaba muy tranquilo que digamos. Pasaron unos cinco minutos en los que nadie decía nada, en un silencio muy incómodo hasta que la pelinegra lo rompió.

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