LA MAS IMPORTANTE AVENTURA

Capítulo 11.- Reacciones y Posiciones

¡Supe de inmediato que había metido la pata!, No hacía falta que me lo dijera Annie con sus ojos horrorizados, Patty con ambas manos cubriendo su boca, Archie arrastrando con su mano derecha todo su cabello hacia atrás; creo que nadie notó cuando el plato que servía Dorothy cayó de sus manos, sin embargo, yo sí, porque mi mente estaba desacelerando el tiempo y podía ver todo en cámara lenta.

Ni siquiera me acercaré a ilustrarles la expresión de incredulidad y espanto de la tía abuela, los ojos cristalinos Eleonor que me asustaron o el ceño fruncido de Albert que denotaba confusión.

La abuela Martha mirándome con algo parecido a la lastima ...me hizo reaccionar, tomé al idiota por los antebrazos indicándole que se levantara.

- ¡Ven conmigo afuera, Ahora!! - dije casi en un grito - no me atrevía a ver su cara.

- Candy... ¿Qué dijiste? - sonó su voz incrédula casi en un hilo.

- Dije que no, no ahora, no así, no sin hablar - ordené casi llevándolo a rastras hacia el balcón que daba desde el salón comedor al Jardín.

AHHHHHHH me volvía el alma al cuerpo cuando leí esas últimas líneas. Obviamente ellos debían hablar.... El Duque en un arrebato, La abuela en su molestia; quizás siempre han sido así, El abuelo impulsivo y obstinado en hacer las cosas cuando quiere y a su manera...La abuela con su carácter indomable, impartiendo su propio concepto de justicia.

No la entiendo, no hay nadie que lo ame tanto como ella o yo; no obstante, ¡fue capaz de decirle NO!, necesito salir de mi asombro y hablar con ella en persona.

Recorrí el Jardín buscándola y nada, me dirigí a la Cocina donde al fin la hallé - La verdad había estado evitándola desde que comencé este ataque a su privacidad, me siento como una intrusa delante de ella...pero ni modo al mal paso darle prisa:

- Hola abuelita - dije con ojos de culpa.

- ¡Hola mi linda Rose!, estaba extrañándote - ¿Quieres un poco de pastel?, ven cómelo acá conmigo. - me invitó-

- Si claro abuelita, gracias.

- ¿Ahora si me vas a contar porque estas molesta conmigo? - preguntó

- No estoy molesta abuela, mucho menos contigo. - aseguré con rapidez.

- Entonces explícame porque me has estado evitando - me miró inquisidora.

- En realidad, hice algo malo, abuela - dije comiendo un trozo muy grande de pastel de un solo bocado, quizás durante el tiempo que tardase en masticar estaría a salvo.

- Lo sé, ya lo sé todo chiquitita - dijo poniendo un poco de crema en mi nariz.

- Te aseguro que no, no tienes idea de lo mal que me he portado - refuté masticando con dificultad el pastel.

- Tu abuela, lo sabe todo...solo esperaba que vinieses tu misma a preguntarme sobre las cosas que has estado leyendo en mi diario.

Y la tos se apoderó de mí, me atoré...tosí profusamente hasta que sostuve el vaso de leche que me ofreció al descuido la abuela. Una vez que paso mi impresión alcance a disculparme.

- Lo siento, no debí, pero... - tendría que arreglar cuentas con el abuelo luego, pensaba.

- Pero te ganó la curiosidad, jajaja si yo te contara las veces que me descubrieron en una travesura como esa...

- Te juro, que mis razones han tenido fines educativos abuelita - dije ya más tranquila y uniéndome a su siempre presente buen humor. - ambas reímos como es común entre nosotras, pero esta vez, con algo más que quizás se parecía a la complicidad.