Capítulo II

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Era de noche en Konoha, en realidad era una época del año en la que las noches aún eran cálidas, y en el distrito Uchiha el cual había estado abandonado por mucho tiempo, ahora tenía a un habitante que disfrutaba de ella en el techo de su antiguo hogar. No es que él último sobreviviente del clan habitara ahí era más bien una lenta reconciliación la que llevaba a cabo con sus demonios en ese lugar. Agradecido de que no hubiese ninguna persona realmente cerca ya que esto le permitía pensar en lo que había sucedido ese día.

Había vuelto a la aldea, de alguna manera estaba formando una vida, era sencillo cuando la convivencia con las personas se reducía a ser casi nula, solo Naruto que no parecía entender el concepto de privacidad era el que generalmente insistía en estar con él cuando tenía tiempo.

En esa nueva realidad no se había planteado formar una familia, Sakura le había dicho una vez más lo que sentía por él, pero nuevamente no tuvo más opción que rechazarla. No podía negar que existía un lazo que lo unía indudablemente a la pelirosa pero no era el que ella esperaba, no se había enamorado de ella en todos esos años sin importar cuanta ésta le repitiera o mostrará sus sentimientos.

De alguna manera el Uchiha sabía que si no era su compañera lo más seguro es que jamás estuviera con alguien ya que su amiga era la única relación femenina en su vida. Pero esa mañana habían cambiado muchas cosas, debía decírselo a sus compañeros, no estaba dispuesto a escuchar sus reclamos y quejas, tal vez para su amiga no fuese una buena noticia pero no había vuelta atrás.

Sería mentira decir que acepto por gusto, pero entre los deseos de su hermano estaban que el honor del clan se mantuviera y si esta era una forma de hacerlo no importaba que no le agradará la idea, de todas maneras era nada comparado con lo que Itachi se había sacrificado. Cumplir con la palabra de su gente o mejor dicho de su padre es lo que haría.

Se bajó del techo de su hogar en busca del chacra de Naruto, lo mejor sería decírselo en ese momento, él ya había tenido esa tarde para pensar y estaba por caer la noche. Debía buscarlos antes de que se enteraran por alguien más.

No fue difícil encontrarlo estaba cenando en Ichiraku y lo más probable es que Sakura estuviera por salir de hospital, así que se dirigió con el rubio primero, después irían juntos por la pelirosa.

...

—Hola dobe —dijo sentándose junto a él, y pidiendo un plato de ramen, no era su favorito pero aprovecharía para cenar.

—Sasuke-teme que haces aquí ¡por fin decidiste que te gusta el ramen! —dijo emocionado el rubio—, ya decía yo que lo aceptarías en algún momento dattebayo.

—En realidad te estaba buscando, debemos hablar —dijo serio como siempre.

— ¿Qué pasa? Sucedió algo —dijo rápidamente cambiando su semblante.

El pelinegro solo se adentraba a la aldea por lo esencial, incluso en varias ocasiones llevaba consigo víveres de otros lugares que encontraba entre sus misiones, así que si se había atrevido a ir a buscarlo para decirle algo sin duda debía ser importante.

—Cenamos primero, también debo decírselo a Sakura y sabes que no me gusta repetirme.

—Tal amable como siempre, teme. Ella seguro estará por salir de hospital, en cuanto terminemos vamos a recogerla, saldré mañana de misión, se suponía que sería hoy pero la información para poder partir llegó muy tarde así que debo hacerlo mañana a primera hora.

Durante su cena Naruto se la paso hablando, en algún momento parecería que el rubio se ahogaría por hablar y comer al mismo tiempo, pero parecía que tenía mucha práctica en eso, Sasuke lo escucho aunque difícilmente se podría decir que con atención ya que más bien parecía dispuesto a ignorarlo. Al portador de Kurama no parecía molestarle la actitud de su amigo, en realidad no esperaba que Sasuke cambiara por arte de magia, a su manera estaba agradecido de que siguiera siendo el mismo.

Promesas por cumplir [Sasuhina] ♡Where stories live. Discover now