Capítulo III

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Los novios como se les denominaría a partir de ese momento, se encontraban rodeados de los diferentes líderes de los clanes de Konoha. Muchos de ellos eran sus compañeros de generación, la mayoría tan desconcertados como sus propios amigos quienes no terminaban de creer que eso estuviera sucediendo. No era fácil de asimilar que la dulce Hinata Hyuga fuese a casarse, principalmente con alguien que no fuera Naruto ya que cualquiera con un mínimo grado de observación sabía que ella llevaba enamorada de él desde siempre.

Poco faltaba para que comenzarán a despedirse de los futuros esposos y del líder del clan Hyuga quien les había ofrecido una gran velada, como si ese compromiso hubiese sido esperado por mucho tiempo y no algo espontáneo como en realidad era.

Hinata se encontraba utilizando toda la fuerza que contenía en no quebrarse durante la ceremonia y dejar en vergüenza a su padre y ofender a su ahora futuro esposo. Para ella era complicado pero no tenía más opciones que obedecer lo que se le había mandado. Como la mayoría de veces en su vida.

El último de los Uchiha había hablado cortésmente con aquellos que se habían acercado pero fiel a su forma de ser la mayor parte de la velada se la había pasado en silencio aunque ahora viviera en Konoha no era precisamente una persona que interactuara con los demás. En realidad podía decirse que sus únicos amigos eran el equipo siete y por razones obvias Sakura no se encontraba. Aunque la razón oficial es que estaba en la misión que le había correspondido inicialmente a Naruto ya que si alguno de ellos iba a faltar a la fiesta de compromiso no podía ser el padrino.

Los novios no habían cruzado más palabras de las necesarias y cada una de ella había estado rodeada de cortesía. Tal vez un mal comienzo para su matrimonio pero esa fría noche que se encontraron lo habían decidido en acuerdo silencioso.

Flash de nuevo

La ojiblanca había corrido todo lo que sus piernas le permitían, y entre cada lagrima que la destrozaba no se dio cuenta de que el último de los Uchiha había llegado también a ese lugar, solo que a diferencia de ella se veía más compuesto.

Al final de todo, sus sentidos agudizados por sus entrenamientos le hicieron saber que no estaba sola, al levantar la vista miró esos ojos fríos que la observaban. Las facciones de Sasuke siempre habían sido hermosas pero jamás amigables.

Parece que ya te lo dijeron –dijo en tono casual, como si la chica frente a él no luciera destrozada.

S-Si Uchiha-san y-yo...

Yo no pedí esto, pero es una promesa que no puedo romper.

Ella se sorprendió, no porque no la dejara terminar de hablar, sabía lo autoritario que el pelinegro podía ser. Lo que le asombró fue que a su manera parecía darle una explicación y él no le daba explicaciones a nadie.

Y-yo lo lamento, n-no q-quería ofenderlo –dijo disculpándose por sus lágrimas, no quería que pensará que lloraba por casarse con él, cuando ella en realidad lloraba por casarse en sí.

Vamos a casarnos, pero es un compromiso nada más... –dijo dándole la mano para que se pusiera de pie.

El Uchiha no lo dijo con desprecio y su acción de ayudarla a ponerse de pie lo corroboraba. Ella lo entendió y dejo que la ayudará. Con sus palabras solo decía la verdad, un hecho al que tenían que enfrentarse. Por el momento a la Hyuga le parecía que aunque su corazón se estuviera destrozando al menos su futuro esposo tenía claro que ambos a su manera eran forzados, creando un entendimiento mutuo que para ser sincera con ella misma era más de lo que habría esperado considerando lo poco que sabía y lo mal que aún se hablaba del sobreviviente del clan aun en esos días denominado maldito.

Promesas por cumplir [Sasuhina] ♡Where stories live. Discover now