Me saqué mi pantalón para luego ponerme mi malla, era un bermuda de baño azul con líneas celestes, era uno de mis favoritos. Agarré una mochila cualquiera de mi armario y en ésta puse un toallón, protector solar, cosa que no me pongo; unas gafas para el sol y mi celular. También me puse una musculosa negra, luego la metería en la mochila, a no ser que quiera perderla.
La playa quedaba a unas siete cuadras de mi casa, así que no tengo problema en caminar esas pocas cuadras. No iba a ir con ningún amigo o conocido, cuando voy a surfear me gusta hacerlo solo, me podía concentrar más con el equilibrio y eso me gusta más. El surf es como mi vida, lo amo demasiado.
—Mamá, me voy a la playa —le avisé, no quería que luego se asustara—.
Mi madre es una persona muy importante para mí, desde que papá la dejó ella está más callada de lo normal, no le pregunto el por qué porque a ella no le gusta hablar de ese tema, y lo respeto.
—Está bien, Andy —me dedicó una sonrisa y se la devolví—. Cuida que no te pase nada, ya sabes.
—Sí, mamá. —le di un beso en la mejilla—. Voy a buscar mi tabla, a la noche nos vemos, ¿si?
—Claro. —me abrazó—. Nos vemos —sonreí sin mostrar mis dientes y me dirigí hacia la cochera—.
Mi tabla era como de una mezcla de colores, me encantaba eso. Naranja, rojo, celeste, verde, amarillo, blanco; y algunos colores más. Algunos pueden decirme marica por usar esta tabla, pero a mi me gusta y a ellos los ignoro.
Agarré mi apreciada tabla de surf y salí por la puerta de la cochera, como siempre hacía. Caminé las siete cuadras tarareando una canción que no me sé el nombre, pero es pegadiza. Al darme cuenta me faltaba una sola cuadra.
Vi una chica, también tenía una tabla de surf, de color rosa y tonos celestes. Era muy bonita, pelo castaño y ojos marrones. Decidí acercarme hacia ella, si no lo hacía me iba a estar lamentando por no saber nada de ella, así que apuré mi paso. Cuando estuve al lado de ella, no sabía qué decir. Me dije a mi mismo que la saludara, así lo hice.
—Hola —le dediqué una de mis mejores sonrisas—.
—Hola. Soy Hayley, Hayley Brandon. ¿Y tú cómo te llamas? —bien, esta chica era amistosa, eso me agrada—.
—Andy Forks —respondí—. ¿Tú también vienes a esta playa?
—Sí —dijo mientras asentía—. Por lo que veo, tú también.
—Estás en lo cierto. ¿Quieres ir, o vamos por unos refrescos? —me agradaba demasiado y quería conocerla más—.
—Oh, como tú quieras. Me gustaría primero surfear, y luego tomamos algo...
—Claro.
Estábamos de acuerdo con lo que dijo Hayley. Caminamos entre bromas hasta llegar a la playa, entramos y fuimos a un lugar para dejar nuestras cosas e ir a surfear con nuestras tablas.
Fuimos corriendo y puse mi tabla en el mar, esperando a que venga la ola. Estaba viniendo, así que me subí a la tabla y empecé a empujarme, para luego pararme y surfear, como tanto amo.
Vi a Hayley y pude distinguir que estaba haciendo lo mismo, hasta no sé qué pasó y ella se chocó conmigo y nos caímos. Subimos a la superficie, ella todavía no subió. Luego vino detrás mío y se subió encima, y estallamos a carcajadas.
—Me duele el estómago de tanto reir —dijo entre risas—.
—Lo sé, a mi también. —solté una carcajada—. Pero, ¿qué pasó?
—No lo sé... Yo sólo surfeaba y te me has puesto en medio y ¡pum! chocamos y nos caímos de las tablas. —hizo un gesto con sus manos—.
—Yo estaba lejos de ti... Déjalo no importa —reímos—.
Agarramos nuestras tablas y nadamos hasta la orilla, luego fuimos donde dejamos nuestras pertenencias y nos secamos.
Habíamos decidido que yo iba a pedir la merienda y ella se quedaba cuidando las tablas y nuestras cosas. Yo acepté y agarré mi billetera. Caminé hasta un bar que había aquí cerca.Entré e hice el pedido, eran dos sandwiches y dos jugos para llevar. Al cabo de diez minutos me lo dieron, agradecí y pagué. Salí del bar y caminé nuevamente hacia la playa. Pude vr nuestras tablas de lejos así que prendí mi camino hasta allí.
—Hey —saludé—.
Hayley respondió de la misma manera. Le lancé su sandwich y jugo. Ambos comenzamos a comer animadamente.
Y, ahí me di cuenta que ella se iba a convertir en una de mis grandes amigas, y más si le gusta el surf, como a mí.
Cada vez que recuerdo esto, me pongo sentimental y siento que es culpa mía que le haya pasado tal cosa.
N/A:
Bueeeno, ¡espero que les guste! Si hay algún error, mañana lo reviso mejor, estoy muriendo se sueño; 05:30 am. :)
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Summer
Short Story❝Te conocí y te perdí en verano.❞ Obra registrada en Safe Creative. Código de registro: 1510235601174