Una Extraña Declaración (SCP-035 x SCP-049) [Finalizada]

Capítulo I: "Un Día Como Cualquier Otro"

Transcurría un día normal en la fundación, todo estaba en órden, los SCPs estaban contenidos, las pruebas y las investigaciones marchaban bien, nada fuera de lo común excepto la zona de contención media-alta. Varios de los científicos y guardias que merodean por allí diariamente estaban aucentes y para suerte de los pocos que quedaban, el SCP-035 aprovechó la oportunidad de manipular a uno de los que estaba tomando notas cerca de su celda para atraérlo hasta él. El sujeto se acercó hasta la caja de vidrio de la máscara y la sacó lentamente del contenedor para colocársela en su rostro, cosa que le causaría una muerte instantánea, luego de unos segundos, el cuerpo ya estaba completamente poseído por 035, quien después de haber logrado su objetivo salió a hurtadillas de su contención con la tarjeta de acceso que tenía en el bolsillo de su anfitrión.

Por más extraño que pareciera, las alarmas no sonaron y quienes controlaban las cámaras de seguridad tampoco notaron la presencia de la máscara posesiva caminando entre los pasillos con mucha tranquilidad para ser alguien que intentaba fugarse. SCP-035 tenía algunos asuntos de interés dentro de las instalaciones que no involucraban escaparse, se había cansado de hacer tantos planes que luego resultaran en fracaso justo cuando estaba por salir, así que en vez de eso simplemente siguió explorando el lugar sin preocupación alguna, hacía bastante tiempo que no "estiraba las piernas".

Varios minutos pasaron hasta que se percató de un ascensor que se dirigía hacia la celda de contención del SCP-049, el doctor de la peste. 035 estaba ansioso de ver a su viejo amigo, llamó al ascensor y cuando se abrieron las puertas se sorprendió al ver a dos guardias en él. Estos se asustaron y lo amenazaron para que volviera a ser contenido de forma pacífica, lo cuál no le importó demasiado, noqueó de un golpe a ambos y los arrojó fuera de su vista.

-¿Siempre son tan predecibles? - dijo en un tono burlón y cerró las puertas.

Ya estando abajo, notó que no había nadie vigilando, lo cuál, lo alivió un poco. Abrió la puerta de la celda de 049 y el mismo se alegró de verlo.

-Saludos, amigo. No suelo recibir compañía aquí abajo así que hay algo de desorden. - dijo mientras limpiaba sus manos y luego ofreciendo una para estrecharla.

-No te preocupes por eso, solo estoy de paso antes que vengan a apuntarnos con un arma. - responde estrechando la mano del doctor quien suelta una risa.

-Siempre con tus bromas y sarcásmo, me alegraste el día. Tóma aciento, creo que tengo algo de té por aquí. -

Después de un largo rato charlando, ninguno de los dos notó que el tiempo se les estaba agotando hasta que comenzaron a sonar las alarmas. SCP-035 se despidió de 049 cerrando la puerta y huyendo por el pasillo para tomar el ascensor, cuando llegaron los guardias, todo estaba en órden. Revisaron la celda de la máscara y lo único sospechoso fue el cadáver del científico manchado con el líquido negro de la misma tirado a un lado de donde se encontraba la caja de vidrio pero 035 estaba contenido. Luego de eso, los únicos que entraron fueron el personal de limpieza y unos psicólogos, que por reglamento, deben estar presentes junto a los guardias en todo momento.