☕︎ NADA DE CAFÉ ☕︎ | • 𝑪𝒓𝒆𝒆𝒄𝒌 • SOUTH PARK • 𝑻𝒘𝒆𝒆𝒌 𝒙 𝑪𝒓𝒂𝒊𝒈

░▒█►Consecuencias◄█▒░

Craig Tucker:

A veces no logro comprender las emociones de Tweek, solían ser demasiado intensas y exageradas, en especial cuando tiene ataques de pánico pero yo jamás le diría que es un dramático, solo me queda consolarlo y escucharlo pero yo no tengo todas las respuestas, a veces creo que él necesita otro tipo de ayuda.

Lo aconsejo, por supuesto, pero no se como solucionar sus problemas pero no tiene a nadie más a quien recurrir, es un poco triste si lo pienso de esa manera. Aunque no entiendo, sus padres son demasiado buenos con él así que es extraño que se queje de esa forma. El café es evidente que es un problema y reflexionándolo creo que debe de dejarlo de lado para que ya no se ponga tan ansioso. Intentaré hablar con él más tarde.

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Nos encontramos ahora en la clase de gimnasia, el entrenador nos puso a correr 30 vueltas a todos alrededor de la cancha, era una mierda. Observaba a mi novio quien se veía más cansado que todos, de un momento a otro cayó al suelo y el entrenador sonó el silbato para que nos detuviéramos.

Tweek se había desmayado, estaba bastante intranquilo con esto e intenté acercarme pero los maestros me alejaron, llamaron a los médicos porque según la enfermera de la escuela parecía no estar respirando adecuadamente, esto parecía bastante irreal y me quedé inmóvil.

—¡Dios mío se desmayó Tweek!.—Exclamó Stan.

—¡Hijo de puta!.—Respondió Kyle.

—¡Eso le pasa por no pasarme las respuestas del examen!.—Exclamó Cartman.

—¡Hmm hmm! (Santa mierda).—Dijo Kenny.

—¡Cierren la boca!.—Dije molesto y me dirigí con prisa al hospital a ver a Tweek, sabía que los maestros no me dejarían salir de la escuela así que acudí con el director PC, el cual si me dejó extrañamente.

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Ahora me encontraba en el hospital y pregunté por Tweek, me dijeron la sala en la que se encontraba y me apresuré. Fuera de la sala me encontré al padre de Tweek.

—Craig, que sorpresa verte.—Me saludó el señor Tweak.

—Hola señor, ¿Cómo se encuentra Tweek?.—Pregunté.

—El estará bien, solo fue un desmayo del estrés, solía pasarle a menudo de pequeño y ahora que estás aquí no debo preocuparme tanto, a puesto que mi hijo quiere verte, yo debo volver al trabajo urgentemente, ten buen día Craig.—Dijo el señor Tweak con tranquilidad y se retiró. Era extraño que su madre ni siquiera había venido y también no entendía por qué se lo tomaba tan a la ligera.

No pensé tanto en ello y entré a la sala, allí estaba Tweek recostado. —Amor, ¿te encuentras bien?.—Quizá mi tono no sonaba con preocupación pero estaba bastante preocupado.

—Ah...si, eso creo.—Me respondió Tweek y de repente el doctor entró a la sala.

—Tweek Tweak, parece que corriste con mucha suerte, tenías una sobredosis alta de cafeína e ingredientes que se pueden asimilar a la metanfetamina y pudiste haber muerto.

—Espera, ¿qué? ¡yo no consumo drogas!.—Exclamó el rubio.

—¿Consumes café en exceso?.—Le preguntó el doctor.

—Pues...si ¡gah!.—Respondió Tweek.

—Ya está, ahí tienes la respuesta, no bebas tanta cafeína.—Dijo el doctor.

Sinceramente la adicción de Tweek al café era algo que no era correcto pero no sabía que llegaría tan lejos.

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Habían dejado ir a Tweek con la condición de no beber café al menos por una semana. Caminábamos por la calle tomados de la mano y por dentro estaba preocupado.

—Tweek, ¿estás seguro que no te drogas?.

—¡No digas esas cosas Craig, nunca lo haría, me conoces bien!.—Me respondió alterado.

—Tranquilo, se que no es así, solo es bastante extraño, pero creo que tengo una idea, debo hablar con tus padres ahora ya que ellos son los que en parte te dan café.

—Pero a mi me gusta el café Craig, por más que tome no puedo dejarlo.—Me intentó explicar.

—Tienes que intentarlo, prometo ayudarte, recuerda que corriste suerte y no quiero que te pase nada.—Dije con sinceridad.

—Esta bien Craig, pero tengo miedo...¡¿Qué tal si muero?!.—Dijo Tweek hiperventilando.

Tomé ambas manos del contrario y lo miré con un rostro lleno de franqueza y firmeza.—No voy a dejar que mueras, voy a ayudarte en todo lo posible para que te recuperes cariño, ¿de acuerdo?

—Craig...—Soltó Tweek una sonrisa en el rostro tranquilizándose un poco. Yo le devolví la sonrisa.

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Llegamos a la cafetería de la familia de Tweek, sus padres estaban atendiendo el local y una vez entramos nos sonrieron.

—Craig, Tweek, que bueno verlos aquí niños, ¿todo bien?.—Dijo el señor Richard.

—¿necesitan algo pequeños?.—Preguntó la señora Tweak.

—Verá señores, necesito hablar con ustedes acerca de su hijo, solo será un momento, lo juro.—Dije educadamente para que sus padres accedieran a hablar conmigo.

—Esta bien Craig, no hay problema.—Respondió la madre de Tweek.

—¡Hijo, quédate un momento atendiendo a los clientes, vamos a hablar con tu novio!.—Le dijo el señor Richard a Tweek.

—¡gAh!.—A Tweek se le acercó un cliente y se puso nervioso.—¡Es mucha presión!.

Yo mientras tanto me dirigí con los padres de Tweek al un sitio más privado para hablar el cual era el almacén de la mercancía.

—Bien, ¿de que nos quieres hablar Craig?.—Preguntó la madre de Tweek.

—Bien, es acerca de Tweek, hoy en la escuela se desmayó por exceso de cafeína y con todo respeto creo que no deberían darle tanto café a menos que esté descafeinado. Eso lo pone muy nervioso.

—Oh Craig, no es eso, lo que pasa es que Tweek tiene déficit de atención con hiperactividad.—Explicó la señora Tweak.

—La razón por la que a Tweek le gusta tanto el café es porque el que bebe siempre es el café Tweak, el cual es adictivo como un juego de casino y acogedor como estar frente a la fogata de una cabaña de madera en invierno.—Dijo el señor Tweak divagando entre metáforas.

Algo me dice que estoy perdiendo el tiempo aquí, así que es hora del plan B

—Entiendo, también quería saber si dejaba que Tweek se quedara en mi casa unos días, es que tenemos que hacer un proyecto juntos.

—Por supuesto, puede quedarse contigo todo lo que gusten.—Dijo la madre de Tweek.

—Muchas gracias.—Respondí para así ir de regreso con Tweek.

—No vayan a hacer cosas malas, y si lo hacen usen protección—Dijo el señor Richard.

Me molesté un poco por el comentario, torcí los ojos y me fui devuelta con Tweek.