Prólogo.

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Odiaba a Taeyang, tanto que apenas y lo soportaba en su mismo salón.

Se la pasaba sonriendo y saludando a todos, y así, no le costó mucho ser conocido por todos en el instituto.

Todo empezó cuando Jaeyoon vio por primera vez a Taeyang; le fue totalmente indiferente.

Sí, el chico era bonito y todo, pero no vio gran cosa en él, hasta que los días fueron pasando y comenzó a notar lo muy asquerosamente simpático que era.

“El chico sonrisas”, así le decían, y no de una mala forma. Estaba seguro que sólo él se sentía asqueado por su actitud tan… adorable e inocente. No le tomó mucho más tiempo comenzar a tenerle repelús, y eventualmente, terminó odiándolo.

Incluso odiaba su nombre, porque sonaba igual de lindo que él, por eso había comenzado a llamarlo el “indeseable”.
Él era de las personas que odia las cosas lindas y adorables, y ese chico definitivamente era la clara definición de aquello que él tanto detestaba.

Era capaz de crearse un grupo anti indeseable, pero lamentablemente nadie lo odiaba así que estaba solo.
En cambio a él… ¡Já! Decían Jaeyoon y ya podía oler el odio en el ambiente, hasta llegaba a sentir los insultos sólidos chocar contra él.

Y él era el más odiado.

El indeseable era el chico más querido del instituto.

No le importaba serlo, lo que decían o pensaban los demás lo tenía sin cuidado.

Cada día que pasaba odiaba más y más a Taeyang, hasta que no se dio cuenta que aquel odio comenzó a volverse una desagradable atracción.

Y soportó, y soportó lo más que pudo, pero al final no aguantó más y terminó acostándose con su desagradable persona, gracias a que el otro había hecho una apuesta con respecto a él.

… también lo había amenazado con un pepino, pero aquello no resultó ya que la apuesta del indeseable los hizo terminar en la cama, aunque si no hubiera sido por eso, lo del pepino habría funcionado sin dudar.

De eso han pasado cuatro días y nada había cambiado… bueno, excepto que ahora Taeyang no dejaba de buscarlo, pero su odio seguía latente y más fuerte que nunca.

Falsa inocencia. | Jaeyang.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora