Abrí mis ojos lentamente mientras me acostumbraba a la luz, mire a mi izquierda y lo vi durmiendo, sonreí, la verdad si que me hacia falta una noche con alguien desde hace mucho tiempo. Me acerque a el y comencé acariciar su espalda, el al sentir mi contacto se despertó.
- Hola.- Dije sonriendo.
- ¿Cómo amaneció la mujer mas hermosa?.- Me dijo.
- Bien, gracias a ti.
El se acerco para besarme.
- Espero que tus hermanos no me maten por esto.- Se burlo.
- No creo, ya te consideran parte de la familia.
Connor me volteo a ver.
- Enserio, hasta Kol ya te llama cuñado.- Rei.
- Vaya, quien diría que los Mikaelson les agrada alguien como yo.
- ¿Sabes porque?.
- ¿Porque?.- Sonrió.
- Porque se que darías la vida por mi, lo has demostrado muchas veces.
- Y lo seguiría haciendo.
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Me volvió a besar y cuando todo parecía que íbamos a terminar como anoche mi teléfono sonó.
- Dime Bekah.
- ¿Dónde estas?.
Mire a Connor y este rio.
- Estoy en un día de descanso.
- Pues eso se acabo Beth.- Suspiro.- Creo que estamos en problemas.
Fruncí mi ceño.
- Explícate mejor.
- El árbol que da el roble blanco, ¿Te acuerdas que lo quemamos?.
- Si, lo recuerdo a la perfección.
- Pues al parecer este volvió a crecer, y no sabemos donde esta, si alguien se entera de que aun esta por ahí, no dudaran en ir tras el para matarnos.
- ¿Dónde quieres que nos veamos?.
Connor comenzó a besar mi pecho.
- En el Mystic Grill.
- Claro, nos vemos allá.- Colgué.
- Cariño.- Le dije.
- Dime.- Dijo aun besándome.
- Necesito irme.
- ¿Ahora?, justamente cuando nos vamos a divertir.
- No seas llorón.- El volteo a verme.- Tengo que ir a discutir un asunto con Bekah.
- Esta bien.- Me beso.- De todos modos Evan viene hoy.
- ¿El viene hoy?.
- Si, debí decírtelo pero queria que fuera sorpresa.
