I like me better ㅡ KTH&JJK

II

둘. To be drunk and
in love in New York City

    Hablemos de aquella vez en la que el vodka tomó otro sabor. Cuando estábamos en la casa de tu mejor amigo, donde tras horas de risas y pláticas profundas y triviales, llegué hasta el punto dónde ni siquiera podía mantenerme en pie. Entonces, como eres un chico increíble, me hiciste recargarme sobre ti para llevarme a una habitación y pudiese dormir.

    I like me better estaba sonando en el parlante, llenando toda la casa y no pude sentirme más identificado mientras te reías de mi torpe hablar.

─TaeHyung.

─Dime Gukie.

─Estoy muy ebrio, enamorado y en Nueva York.

─¿Enamorado?

─Hay un chico que hace que todo sea mejor si es con él, ¿sabes? Es un tonto a veces, pero siempre está transformando las cosas de una buena manera que no puedo evitar el acelerado latir de mi corazón.

    Oh al menos eso creo haber dicho, porque no estoy realmente seguro de haber hablado claro y que el arrastre de mis palabras te permitiera entender.

─¿Él lo sabe?

─Temo arruinar nuestra amistad.

─Vamos, ¿quién no caería por ti?

─Tú.

    Realmente no recuerdo qué pasó después, todo es un borrón hasta el momento donde JiMin me maldecía por vomitar en su alfombra mientras seguía expulsando todo lo que había en mi estómago en el baño, llamando a HoSeok hyung y pidiéndole que me acompañara porque me sentía solo.

    No hablamos acerca de mis sentimientos después de ese día, pero entonces los cafés de las tardes pasaron a ser en la mañana, mientras veíamos el amanecer después de platicar durante horas sobre lo que se nos viniera a la cabeza, cuando uno de los dos se colaba en el departamento del otro.

    Y creí que quizá, para ti también todo era mejor junto a mí porque ni siquiera te gusta el café, pero ahí estábamos. Dos tontos imaginando que la habitación no tiene techo tras mucho hablar, con este sentimiento desconocido al cuál no queríamos ponerle nombre.

    Con esas ganas de que seas lo primero que veo al despertar y lo último al dormir. Con esas ganas de sentarnos horas en el sofá y mimarte hasta que ya estés cansado de mí. Con ese deseo de ser un para el resto de nuestras vidas.

─¿Crees qué nos cansaremos de esto en algún momento?

─¿Te había dicho que me gusto más si estoy contigo?

─Lo hiciste.

─¿Ah, sí?

─Sí...

    Y ese beso, lo llevo grabado en el alma, como todo tu ser. Como todo aquello que brilló más gracias a ti.

    Siempre recordaré el largo de tus pestañas y el suave rosa que tomaron tus mejillas en ese instante en que abrí los ojos mientras nuestros labios se tocaban. Tampoco olvidaré el suspiro que soltaste, nuestras respiraciones entremezclándose, ni como me acercaste a ti con tu mano en mi nuca para que nos besaramos una y otra vez hasta que se nos hizo tarde para ir a la universidad.

─Lo hablaremos después.

    Y tú, mi cálido chico de las gomitas, llegaste totalmente ebrio ese día soltando un tonto "bebe conmigo Ggukie, seamos dos tontos enamorados en Nueva York", mientras sacudías una botella vacía riendo de todo y nada a la vez.

─Seamos dos tontos ebrios y enamorados en Nueva York, hyung.