El Invencible.

Capítulo 11 (1/2): Rivalidad de una vida.

Con el aliento contenido en su garganta, la respiración se hizo un poco difícil de llevar, sus ojos apenas y se mantenían en su sitio.

Y ante esa imagen, estupefacta, varios que conocían a la chica o al menos sus grandes logros sin duda sintieron un poco de intimidación extra a la que por si mismas las acciones del chico sembraron.

Izumi Midoriya, de una sonrisa alegre, fuerte espíritu, belleza, anudado a  fuerza y talento inigualables, una genio. Pero, con un pasado y personalidad que quisiera olvidar, enterrar en los más profundo de su ser; mientras sus finos y tersos cabellos flotaban con el viento, malos pensamientos y sentimientos arremolinaban en su ser, la confusión podría haber alcanzado niveles nunca antes vistos con ella, pero una cosa era segura.

- I-Izuku, t-tenia un quirk...- Apenas audible, sobre todo con el birroteo del público, la chica estuvo por caer de rodillas cuando una abrumadora culpa la abrazo, pero algo bastante simple fue suficiente para alejar la garras de aquella maldad: "La sonrisa de Izuku".

Podría estar más enojada que feliz pero, no podía evitarlo, la única familia que le quedaba y que tanto destrozó estaban ahí sonriendo como si fuera el más feliz del mundo.

Aunque le doliera admitirlo, el ya era tan inmenso como una supernova, ni ella ni nadie podría negarlo.

Con todo eso encima, ¿Qué palabras serían válidas? Qué emociones hacia ello serían menos hipócritas? Se avergonzó aún más cuando notó la mirada del chico fija en el claro cielo azul, sabía la razón detrás de ello.

El mar de emociones no terminaba.

- F-Felicidades Izuku.- Lloró lo más brevemente que pudo, algunos de sus compañeros la animaron, ella los calmo junto consigo y tomaron asiento, lo único que podría hacer ahora era apoyarle en la distancia.

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- C-Cómo, ¿cómo lograste superar eso?.- La respiración de la bicolor era pesada, pero debía saber cómo el peliverde había superado tal explosión sin daño alguno.

- Jodido nerd que fue lo ¡¿que hiciste?!.- Musitó furiosa la rubia Tsundere.

- B-Bueno...- Volviendo su mente unos momentos atrás, imágenes de tomar piedras de un lado del camino, lanzarlas cerca del lugar dónde aterrizarían los ataques de sus compañeras para luego...- S-Sólo provoque una segunda explosión al arrojarlas con fuerza a las minas cercanas, así se contrarrestarian y sería más sencillo avanzar.- Respondió avergonzado aunque la razón era otra.

Había mentido, la explosión en verdad se habría sumado a la fuerza de la otra, pero en verdad su poder bastó para atravesar a gran velocidad es destrucción usando un trozo de metal para protegerse, fue bastante fácil, pero debido al temperamento que ambas parecían tener con él, sería un secreto que llevaría hasta la tumba.

** ¡Eh!, Buena jugada arbusto...** Oyó el pecoso en su mente la voz proveniente de cierto rubio.

- Uf.- suspiró** Todo sea por el bien del guíon**

Autor: ¡No me robes mi trabajo fresa andante! *Arreglo bien mamalon de la cuarta pared*

Toma 2

- Uf.- Suspiró** Que bueno que se lo creyeron...**

- ¡Midoriya-kun! ¡Esa fue una actuación impresionante! Sigue así, levanta en alto el nombre de la escuela.- Exclamó efusivamente la peliazul de lentes.