Capítulo 1

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Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Toki.
Agosto, 2018.

* * *

— ¡Maldición Fushiguro! ¿Puedes tomártelo en serio 5 minutos?

—Lo estoy haciendo Kugisaki. —respondió con cansancio, aburrido. La verdad es que no se lo estaba tomando en serio, pero las cosas serían peores si lo dice.

Kugisaki considera que tanto ella como Fushiguro necesitan dedicarles más tiempo al entrenamiento físico. Esta bastante satisfecha con el uso de conjuros y su energía maldita, pero cada vez que ve a Itadori siente que ellos deberían intentar igualarlo, motivo por el cual están en esta situación.

—Kugisaki, paremos.

Fushiguro por su parte, no estaba de acuerdo.

Era bastante consciente del hecho que Itadori es un monstruo en lo que a fuerza física respecta y sabe, que a pesar de que entrenen sin descanso no podrían alcanzarlo. Y no es que se desmerezca a él o a Kugisaki, sabe que sus técnicas son bastante buenas, deben pulirlas más, pero son buenas. Él lo sabe, son capaces, pero no pueden alcanzar a Itadori en fuerza física.

Y es sencillamente porque Yuji Itadori es un monstruo.

Lo supo desde la primera vez que lo vio cuando era una persona ordinaria y lo confirma con cada día que pasa. Tienes sus errores, hay cosas que mejorar, pero si se tomara más en serio su entrenamiento y con un poco más de esfuerzo, podría terminar con todo el clan Zenin sin siquiera recurrir a Sukuna.

A veces es difícil de creer que sea omega.

—Para ser alfa eres bastante holgazán.

—Para ser omega eres bastante desagradable.

— ¡Como te atreves…!

Su entrenamiento empezó hace dos horas, de las cuales solo han hecho algo en serio durante 10 minutos. El resto son discusiones.

Itadori solo observaba la escena.

A pesar de que Kugisaki y Fushiguro suelen pensar que él no se da cuenta de lo que sucede a su alrededor, si lo hace. En estos momentos es bastante consciente del porque Kugisaki insiste tanto en el entrenamiento y porque no le dijeron que se una.

Pero quería entrometerse.

—Chicos, puedo tambi-

—No.

—No.

Lo cortaron de inmediato y los planes de Itadori fueron frustrados. Decidió solo seguir mirando atentamente, quizás algo de lo que hagan puede serle útil.

Estuvo así unos 5 minutos hasta que sintió un escalofrió. Y poco a poco, algo se estaba poniendo caliente dentro de él.

Los días seguían siendo medianamente cálidos, pero al atardecer se tornaba un poco fresco, la pronta llegada del otoño se hacía notar poco a poco en la ciudad de Tokio. Ni demasiado fresco, ni muy cálido, una brisa ligera que solo ameritaba el uso de un ligero suéter.

Pero a pesar de eso, Yuji tenía calor, mucho y él sabía lo que eso significaba.

—Conque ya está cerca…—dice en un susurro, dirigiendo brevemente su mirada hacía donde estaban entrenando.

Ser omega nunca ha sido un problema. 
La sociedad actual no los discrimina, los trata como iguales. Son pocos los lugares o más bien clanes, donde existe aún esa discriminación.

Su segundo género no los define, no lo define a él. Un omega puede ser lo que se proponga y nadie tiene derecho a decir algo al respecto, sobran omegas que hacen las cosas mejores que un alfa. Y el, era considerado uno de ellos desde la preparatoria.

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