Capítulo 2

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—¿Compañero…? –Shoko intenta procesarlo unos segundos, probablemente escuchó mal —. Me estas diciendo que quieres volver tu compañero a… ¿Itadori?

—Si, exactamente. Veras…

—Debes estar bromeando.

Si, debe estar bromeando. Todo esto debe ser solo una maldita broma más de Satoru, porque era imposible que quisiera volver su compañero a Itadori Yuji.

Lo conoce hace años y ya nada de lo que dice o hace debería sorprenderla, pero Satoru siempre supera sus expectativas.

—Shoko, nunca he hablado más en serio en mi vida – Gojo suspira, entiende sus dudas, así que intentará ser lo más claro posible —. Mira Shoko, aunque no parezca, yo con Yuji…

—Imposible.

Para mala suerte de Satoru, Ieiri no tenía pensado dejarlo hablar.

—Satoru, te he escuchado decir hacer muchas estupideces a lo largo de los años, también he tenido la mala suerte de verte hacerlas, pero esto… — Shoko intenta encontrar las palabras adecuadas, pero llegó a la conclusión de que eso no sirve con Satoru —. Esto es una estupidez más grande que tu estupidez misma, por lo que asumiré que es una broma. Listo, fin del asunto.

—¡No es una maldita broma!

—¡Si lo es! Y seguiré asumiendo eso porque lo que estás diciendo es irreal, imposible. ¡No puedes ser compañero de Itadori!

—¡¿Y por qué diablos no?!

—¿De verdad me estas preguntando eso? – estaba empezando a perder la paciencia, no podía creer lo irrazonable que estaba siendo Gojo con la situación—. Puedo incluso enumerarte todas y cada una de las razones por las que no puedes y no debes ser compañero de él.

Shoko no tenía nada en contra de Itadori, es del tipo de persona a la que le da igual todo y no es de su interés tener algún tipo de prejuicio hacia alguien, muchos menos hacía Itadori Yuji.

Pero el chico era un caso especial…

—Itadori Yuji tiene 15 años, es un omega con nula experiencia en la vida. Tú tienes 28 años y demasiada experiencia para tu edad.

—La edad no es…

—Es un estudiante, del cual eres maestro – Shoko lo cortó de inmediato y siguió hablando no dejando que la vuelva a interrumpir —. No eres el tipo de persona a la cual le va al compromiso, perdí la cuenta de con cuantas personas te has acostado y a eso agreguemos que nunca has tenido una relación seria.

—Shoko, ya soy un adulto, yo no podría…

—Sus personalidades son muy diferentes. Mientras que él es prácticamente la personificación del sol, de ti cualquiera podría decir que eres el diablo en la tierra.

—¡Shoko!

—Y además, no olvidemos lo más importante aquí – Ieiri tomó un respiro antes de continuar, lo que iba a decir no era algo agradable —. Itadori es el recipiente de Sukuna, el rey de las maldiciones y fue sentenciado a muerte por ello, aunque por el momento fue suspendida, no cambia que es inevitable. Tarde o temprano va a consumir todos los dedos o los ancianos simplemente perderán la paciencia y el será ejecutado.

La sentencia a muerte de Itadori era un hecho para todos, suspendida o no, era inevitable. El chico no era malo, más bien era del tipo que uno llega a querer muy fácil, siempre atento y alegre con todos a pesar de su situación. Se convirtió en el pequeño rayo de sol que todos necesitaban en la completa oscuridad que es el mundo de la hechicería.

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⏰ Última actualización: Jun 30, 2021 ⏰

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