Johannes Brahm

1 0 0
                                    

Abrí los ojos, había tenido uno de los sueños más extraños de todo el mundo, era algo indescriptible pero por algún motivo no lo recordaba con claridad, era tan borroso qué pasó desapercibido.

Me paré y me preparé para el día mi "madrastra " estaba hablando por teléfono como de costumbre y mi Tío ya se había ido a trabajar, él siempre tan trasnochador, es mi modelo a seguir aún cuando ya no está tan presente en mi día a día como en ese entonces.

Me arregle y me preparé para ir al colegio cuando Morgo aparece detrás mío sin previo aviso:

-¿qué haces ? - preguntó haciéndome pegar un leve grito ahogado.

-hay eres tú, me diste un susto y me estoy arreglando para la escuela- dije mientras me hacia una coleta.

-no le veo sentido a ir a la escuela, es solo escuchar hablar a un maestro por horas hasta que acabe el día- dijo mirándome de arriba a abajo - aparte yo no puedo socializar con nadie ....

Parecía apagada y triste como si algo le faltara, la abrace por inercia y luego susurré en su oído:
- Se que esto es difícil pero intentaré hacer que te diviertas en la escuela aunque sea un poco lo prometo.

Sus ojos se iluminaron, si mirabas dentro de ellos había pequeños fuegos artificiales muy claros y de magníficos colores, no pude evitar al ver eso abrazarla un poco más, su vida había sido corta ya que era un alma bastante joven, un fantasma más o menos de mi edad que no merecía nada de lo que le hubiera pasado.

Mi cuerpo se fue aferrando poco a poco al suyo podía sentir sus latidos tan cerca y su respiración casi tranquila. Al oír esto mi cuerpo poco a poco sintió la desaparición de el de ella y al mirar vi en mi mano una pistola pero no sabía con exactitud qué tipo, solo sabía que no estaba cargada.

Tome mi celular y le saque una foto luego me quede tan impáctala que al cabo de unos segundos perdí la concentración y ella regresó a la normalidad.

-perdón no sé qué pasó -dije por lo bajo a lo que ella solo sonrió y desapareció a la vista más sin embargo su calidez seguía en el aire guiándome a la escuela.

Salí de mi habitación he intenté alejarme de mi madrastra lo más que pudiera, cuando un ruido de las escaleras cautivó su atención y me vio bajar.

-vaya, ¿aún sigues aquí ? Eres una vaga deberías de estar llenado a la escuela no durmiendo como un gato todo el día.

Solo asentí y me dirigí a la salida cuando una vi una postal dirigida a mi tío, era de una chica por lo que parecía ya que su nombre era Miranda Mírate Berendi, no le tome mucha importancia y la metí en mi bolso dirigiéndome rápido a la escuela.

-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0

Llegue a la escuela, más alegre que de costumbre aunque el motivo no quedaba muy claro, cuando unos chicos de mi grado se me acercaron con propósitos malicioso, uno de ellos mi principal bulli James Arthur Nikerí.

-o pero que tenemos aquí ... la chica becada, ¿no crees que ya es hora de que te vayas rindiendo y te vayas de este lugar ? Tú no perteneces aquí, como vez la mayoría somos ricos y con familia importante mientras que tú solo tienes a tu Tío que trabaja en barrios bajos en un restaurante, jajajjaja de tan solo pensarlo le das asco.

Tal vez tenía razón y debía rendirme, solo era una chica sin importancia para nadie y solo era estupida.

Intenté ignorar sus comentarios, cuando me tomó de la parte de atrás de la mochila.

-¿ entonces vas a huir rata callejera ? - dijo mientras me tiraba al piso y me pegaba en repetidas ocaciones, cuando al final toco el timbre y ellos se fueron.

Música sin sonido 🎼🎧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora