Piotr Ilich Chaikoviski

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La mañana transcurría como todas las mañanas existentes en mi aburrida vida.

Me despertaba, iba a la escuela (donde pasaba la mitad de mi vida) y luego llegamos a mi casa a acabar deberes (limpieza de la casa) y hacer la tarea escolares, iba a trabajar(a un local familiar) me aseaba y al final me iba a dormir.

Mi vida no tenía sentido, ¿porque seguía con vida?, no tenía ningún talento, no ayudaba a nadie, no era especial - pensaba mientras caminaba enfrente de la sala de música cuando escuche un sonido hermoso proveniente de esta sala, al escucharla mi cuerpo entró en un estado de trance y simplemente caminé hasta la puerta y pude ver de donde provenía la melodía.

Un piano de cola se encontraba en la escena y quien lo tocaba era un chico del instituto, su cabello negro y alborotado se iluminaba por la luz del sol sus ojos azules concentrados en la partitura parecían emanar el amor que le tenía a lo que tocaba, sus manos grandes y firmes tocaban la pieza creando al rededor pequeñas mariposas de color azul, tan lindas y brillantes que solo se podrían admirar en un ambiente diferente a la ciudad.

Mis ojos y oídos quedaron maravillados al oír semejante pieza era tan hermosa que no podía dejar de oírla, la alegría que me invadió paralizó mi cuerpo a tal punto que no escuche cuando la maestra de música se acercaba a mi mientras observaba a aquel chico.

-así que ¿quieres unirte al club de música?- dijo la maestra detrás de mi yo grite muy bajo para intentar no desconcentrar al chico del piano aún así paro.

-No lo siento, yo solo estaba de paso- dije fingiendo una sonrisa.

-¿porque no lo intentas? A lo mejor descubres que esto es lo que te gusta-

-lo siento yo ya lo probé y sé que no sirvo para esto, disculpe las molestias -dije bajando la voz y saliendo del salón corriendo la vergüenza invadía mi cara y era evidente la razón.

Me dirigí a mi salón de clases y me puse unos auriculares, no quería escuchar a nadie de afuera era demasiado y la música era lo único que calmaba mi vida aún así no podía dejar de pensar en el chico y aquella melodía que tocaba en el piano, era algo que no había experimentado hace mucho tiempo, esa magia que emanaba era locamente atraganté, ¿quién era ? Aaaaaa esa duda me comía la cabeza.

Las clases pasaron con normalidad no era ni buena ni mala en la escuela, simplemente no me interesaba todo se me hacía tan aburrido.

Salí de mi salón y me dirigí a la salida cuando una melodía atrapó mi atención otra vez pero esta vez no provenía del salón de música sino de la entrada donde una chica tocaba una melódica y entregaba folletos, intenté salir de esa situación lo más rápido posible pero la chica al final se acercó y me dio un folleto.

Al salir me quede escuchando a la chica a las afueras y observándola en secreto, tenía unos cabellos rubios como el sol brillaban mientras este mismo los asía parecer oro puro, sus ojos negro permanecían cerrados y su música emanaba burbujas saltarinas que avivaban el ambiente.

La chica acabó la pieza y yo me fui sin decir nada, mire el folleto una vez más antes de tirarlo y luego me dirigí a mi casa sin más.

Fue la primera vez en mucho tiempo que sentía algo de vida en mi vida, mi corazón que parecía muerto por las críticas de mi familia constantes ahora latía sin más.

Música sin sonido 🎼🎧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora