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♪♪♪
Fue mi primera vez en el Louvre.
Nunca lo había hecho antes.
Y mi única Monalisa.
Ya me había encontrado...
♪♪♪
A veces me preguntó porque las cosas pasan así, siempre es igual.
Pero aquél día no lo fué, aquél día fue todo lo que estaba bien en el mundo, al menos para mí. Aunque en ese preciso momento no lo sabía.
- Lo siento, no te ví, deja que te ayude - el chico se detuvo a recoger los libros que llevaba.
- Tu discúlpame, es que voy tarde a clases, perdí el salón 344 - me disculpé.
- ¿Tu también vas a esa clase? - Me observo - Yo también voy a esa clase, según estaba a la izquierda.
- Yo tenía entendido que era a la derecha - reí - quien se equivoca.
- Bueno, entonces vamos juntos - se levantó y me ofreció su mano para ayudar a levantarme - Soy Marco por cierto, Marco Bodt.
- Jean - tome su mano para levantarme - Jean Kirstein, un placer.
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Cuándo te vi por primera vez.
Aquel día los engranajes empezaron a moverse.
Y tuve la premonición de una perdida imparable...
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Claro, para ser nuestro primer día fue bastante caótico.
Y para ser nuestro primer año fue bastante bueno, cuántas cosas no pasaron.
- Sabes... Soy hetero pero no mucho - me acerque a él lentamente.
- Entonces... ¿Sí te gustó? - Marco estaba más que sonrojado.
- No hace falta preguntar, me gustas mucho - lo besé sin esperar su respuesta, nos dejamos llevar y terminé golpeándolo contra la pared - Entonces... ¿Quieres ser mi novio Marco?
- No hace falta preguntar - me sonrió - si no para que te envié esa carta.
Seguimos besándonos, para mí sorpresa Marco besaba demasiado bien y con demasiada pasión, era increíble.
- ¡Oigan! La habitación está disponible saben - Bertholdt nos gritó, haciendo que cortaramos el beso.
De no haber sido por ellos, y pensar que apenas ayer iba a declararme a Marco.
Marco estaba sonrojado, yo me acerque a los chicos feliz.
- Te dije que era posible Eren - Asentí feliz.
- Claro...
- ¿Entonces? - Me pregunto Bertholdt, se veía curioso.
- Decidí que lo intentaré, somos novios ahora - pase mi brazo por detrás de los hombros de Marco - Gracias Bertholdt, Reiner.
- No fue nada - Reiner sonrió - Si tienen problemas con algún idiota díganme y yo me encargo de reconstruir su cara.
- Lo tendré en cuenta - Asentí.
Ese día fue genial, nunca antes me había sentido más feliz de tener amigos como ellos.
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Ya he tenido demasiadas...
Pero agreguemos una más...
¿Puedes darme un último beso?
Hay cosas que no quiero olvidar...
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Fue el mejor comienzo para nosotros, nunca había estado tan feliz en toda mi vida.
Cada día que pasaba, era mejor que el anterior.
No importaba el día o la hora Marco siempre estaba ahí para mí.
Siempre.
♪♪♪
Te amo más de lo que nunca sabrás.
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