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Park Jimin.

El hogar de Jimin era bastante agotador, como terrorífico, día y noche los señores Jung siempre es tan discutiendo por algo insignificante, Jimin sólo entra a la cocina saca una botella de agua del refrigerador y se retira sin mencionar alguna palabra, deja a los señores discutir a gusto.

Camina por toda la calle para llegar a su trabajo de 24 horas. En el camino compra el típico desayuno y almuerzo. Un burrito con carne con bollos de arroz frito con una soda extra grande, las personas que sabían de él, siempre lo saludaban cariñosamente con una sonrisa o un con un buenos días.

Tienda de conveniencia seven.

La campanilla sonó como advertencia de cliente, su compañero lo miro con una sonrisa reverenciando al mismo tiempo.

"Hola hyung" - dijo el menor, dejo de limpiar el mostrador para seguir a su mayor. "Estarás de nuevo tarde ¿cierto?" — Jimin sólo asintió, no quería quitarse la gorra enfrente de su amigo Kook para no preocuparle.

"Si, ya te puedes ir Kook" — dijo tosco y serio

Jungkook solamente quedó detrás de él, en shook, se sintió mal cuando Jimin era muy cortante y tosco cuando quería ser sociable con su hyung, ya que fue él que lo ayudó a usar la computadora y dar el cambio de billetes grandes, sabía muy bien que era un estorbo para todos, hasta para su madre que le hecha la culpa por arruinarle la vida

"E-esta bien, suerte Jimin Hyung" — se despide, agarrando su celular y su mochila para salir del lugar.

Jimin presionó sus ojos por hacer sentir mal a su compañero, dejo salir el aire que le quedó en su garganta, tiro la gorra encima de su mochila para sacar una bolsa pequeña de maquillaje que escondía en su casillero, lavo su cara con agua y jabón, luego seco con una toalla para después aplicar una crema para golpes, se la aplicó en su pomulo derecho, cerca de su labio inferior y arriba de sus cejas, luego derramó base del mismo color de su piel, deslizó sus dedos en todo su rostro la base cubriendo los golpes que su padre adoptivo le dejo hace dos días antes.

El dueño de la tienda entro, Jimin ya estaba en el otro lado del mostrador, con una sonrisa y el dueño le brinda una amistosa sonrisa.

"¿Listo para el turno?" — él solamente asintió

"Es mejor estar en turno que estar en casa" — El señor borra su sonrisa bajando su mirada, le causaba tristeza que estos chicos buscaban un oficio para escapar de sus casas por el abuso y maltrato que reciben de sus padres.

"Bueno, te deseo suerte" — El señor entro en la puerta de a lado del edificio para subir a su departamento donde se encontraba junto con sus hijos y esposa.

Mientras Jimin atendía la tienda, cada cliente era atendido con una sonrisa amistosa y angelical, clientas que lo miraban de pies a cabeza, otros pensaban que era un tipo de dinero que quería quitarles el puesto a los que los necesitaban.

"Tenga buena tarde, vuelva pronto" —despidió al cliente.

Cerró la caja registradora, limpio el mostrador por algunos productos que eran refrigerados y dejaban agua en ella, fue una hora de silencio, él tomó asiento en su silla mirando el celular aunque no era de marca, siempre se traba cuando miraba vídeos, al responder llamadas se tarda como diez segundos de conectar.

El turno de jimin era tranquilo, en el transcurso de la tarde eran poco clientes comprando o comiendo fuera de ella.

El reloj de pared y del celular de Jimin daban las 11:11 p.m. cuando la puerta de la tienda fue abierta sonando la campanilla, deja el celular para atender al cliente.

este entra sin mirar al que esta de otro lado del mostrador, busca lo que le apetece, saca un six pack de cervezas, una cajita de cigarros y... una caja de chicles sabor a menta.

era un hombre con un buen porte, su traje impecable, sus zapatos finos, y no digamos sus zapatos, solo sus ojos se lograba ver negros de forma gatuna, Jimin registra los productos, dandole el total, el hombre saca una tarjeta de color negro y lo se lo entrega.

— ¿Algo mas? — pregunto cuando le entrego la tarjeta y sus productos en una bolsa plastica.

— ¿cuanto por esto? — dijo agarrando la caja azul de condones

— Dieciocho señor — dijo, registro la cajita

— Te doy el doble por tu nombre — el chico queda confundido, sus cejas se fruncen a lo dicho del hombre.

Jimin carraspea para interrumpir la tensión de sus hombros y él escalofríos que le provocó el hombre por querer saber su nombre, Jimin era un chico con muchos traumas y esas palabras le recordaron a los tipos que le hicieron daño cuando su "padre" quería que trabajara con su cuerpo.

—¿P-perdón? — cuestionó a duras penas, dándole a entender lo que había escuchado bien era con mala intensión o buena, pero el hombre lo esperaba con la respuesta y pensó rápido en hablar — JaeHyung, me llamó JaeHyung — mintió, pero era para deshacer del tipo

— Mmh, mucho gusto JaeHyung, yo soy Min Yoongi, espero volverte a ver JaeHyung — le sonrió amistosamente, le deslizo la tarjeta black para cancelar lo que había comprado, de pronto un grupo de hombres igual que él, le hablaron

— ¡Oye!, te estamos esperando, ¿Fuiste hacer la cerveza? — bromeó el más alto de hombros anchos.

— Vamos, que la noche es larga — dijo el otro de una sonrisa extrañamente geométrica

Lo empujaron hacia la salida y el hombre volteó solo para recoger su tarjeta sin antes de mirarle a los ojos alzándole una mano para despedirse del menor. Jimin se quedó mirándolo extraño, con esa sensación de que todo eso fue extraño.

Sacudió su cabeza para retirar sus pensamientos y despachó a las demás personas que compraban sus productos y se retiraban fue una noche realmente pesada, pero para no estar cerca de sus padres era el mejor lugar para distraerse.



Gracias por leer♡
N.G13

Próximamente ♡

LOVE ME - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora