¡Noticia urgente! Muy buenas noches, ciudad de Seúl. Interrumpimos la transmisión debido a que el paciente mental Choi Soobin ha escapado del sanatorio mental después de asesinar brutalmente a dos guardias. Se les informa tener precaución debido a que el paciente fue diagnosticado con demencia e ataques de ira. Seúl no está seguro, mantengan a sus hijos dentro de casa. Choi Soobin está de vuelta.
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𝐌𝐄𝐍𝐓𝐀𝐋 𝐒𝐀𝐍𝐀𝐓𝐎𝐑𝐈𝐔𝐌.
—¿Has visto las noticias esta mañana por televisión?—Cuestiona la voz de BeomGyu a través de la línea, la angustia puede notarse en su voz.
—Sí, no entiendo porque hacen tanto alboroto. Eso de suspender clases y prohibir la salida después de las ocho es una tontería. ¡Hyungie, yo amo asistir a la universidad todos los días!—El castaño se queja tomando el periódico que anteriormente fue depositado en su puerta, la cerró con rapidez y volvió al sofá en donde desayunaba tranquilamente.
—¿Cómo es que tú no estás asustado? En cualquier momento podría salir ese asesino.
Yeonjun suspira encogiéndose de hombros aunque el otro no pudiera verlo, deja caer el papel periódico en la mesa con pesadez.
—Creo que me agradaba más cuando el alboroto era por los lindos chicos de One Direction.
Beom soltó una melódica risa a través de la línea, Yeonjun no pudo evitar tener la imagen mental de él, se reía de manera tierna y graciosa.
—Sí, bueno. Tú eras un causante de ese alboroto, ¿No lo recuerdas?
—Ya, hyungie. No me avergüences ahora, por favor. —Le dice entre pequeñas risitas y niega varias veces por las ocurrencias de su mejor amigo.
—Bueno, tengo que irme ahora, bebé. Ya sabes, mi madre quiere que estudie por mi cuenta desde que ya no hay clases en la universidad. —Informa soltando quejidos muy chistosos para Yeonjun, incluso la voz de la madre de BeomGyu se podía escucharse en el fondo insistiendo en que tenía que finalizar la llamada.
—¡Diviértete mucho con los problemas algebraicos, Gyunie!
Otro quejido se escuchó desde el otro lado de la línea, el castañito sonrió con malicia por molestarlo.
—¡Diviértete con los maratones de prevención en la cuidad! ¡Los programas educativos para ti, Yeon!
—Tonto. —Refunfuña enfadado con un pequeño puchero y finaliza la llamada prestando atención de vuelta a su desayuno.
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Choi Soobin tenía los nudillos llenos de sangre gracias al pobre hombre que lucía como si fuera a agonizar, hombre que era el progenitor de su amado.
—¿¡En dónde carajos está él?! ¡Respóndeme ahora!. —Exige ejerciendo presión en su mandíbula, las gruesas venas marcándose con violencia alrededor de todo su pálido cuello
—No te lo diré jamás, Soobin. Mátame si quieres. —Responde él herido con el último aliento de coraje que le quedaba, no iba a poner a su hijo en peligro de ninguna manera
Soobin le dedicó una sonrisa de sorna burlándose de las palabras del hombre, ¿En serio se creía tan valiente?
—Si antes no te metí un tiro por la cabeza fue porque eras el padre del hombre que amo, pero tú lo alejaste de mí y, por tu culpa me atraparon. Ocho jodidos años sin mi yeyi, ocho años de pura mierda en ese asqueroso lugar. ¿Sabes que se siente eso?—Cuestiona con rencor sacando el arma calibre de su fino saco Gucci, la arma apuntándole directamente en la frente como si de algo simple se tratara. —No hay razón para no asesinarte ahora mismo, ¿O sí?
—Es mi hijo, ¿No lo entiendes? Yo no iba a permitir que tú te lo llevaras, eres un enfermo. ¡No estás bien de tus facultades mentales, Soobin!
El hombre se retuerce adolorido cuando el contrario posa su pesada bota en su abdomen lastimando aún más su frágil cuerpo.
—Es mío. Ha sido mío desde que lo ví por primera vez, ¿Sabes? — Choi le menciona duramente aún apuntándole en la frente con seguridad y sin quitar la pesada bota del mismo lugar. —Y será mío toda una vida.
Sus labios se curvaron en una sonrisa victoriosa ante las súplicas de la víctima que se retorcía bajo sus botas oscura, sin esperar más decidió jalar del gatillo acabando con otra vida. La vida que había inaugurado nuevamente su regreso, él estaba de vuelta.
제로
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