Min Yoongi, siempre obtuvo el primer lugar.
Park Jimin, siempre fue el segundo lugar.
Sus vidas se basaron en competir entre ellos, queriendo obtener el mayor logro en el mundo de la música.
Incluso luchando en contra de su amor, en contra de sus se...
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La mañana llegó demasiado rápido para la pareja que aún dormían plácidamente en la cama.
La noche anterior había sido mágica e increíble para ellos. Un momento inolvidable, demostrarse su amor de la forma tan especial que lo hicieron, significaba mucho para ellos.
A pesar que Jimin aún tenía su pierna débil y lastimada, no importó y no fue impedimento para quellos vivieran su momento.
El menor estaba profundamente dormido, claramente agotado, pues más de dos veces si hicieron lo que ellos quisieron, así que estaba cansado y quizá nada lo despertaría tan fácil.
Yoongi se despertó y vio con una sonrisa plasmada en su rostro, la belleza de su hermoso ángel, lo observaba tan fijamente que sentía podía derretir a su amado. Acarició el cabello de este último, con delicadeza y amor, dejó un suave beso sobre la frente de este y sintió toda la felicidad brotar de su pecho.
Se levantó de la cama, teniendo cuidado de no despertar a su pequeño, para dirigirse hasta la cocina, con la intención de preparar un delicioso desayuno para ambos.
El mayor siempre tenía en mente, que quizá esos momentos los pudieron haber vivido hace muchos años, pero claramente no pudieron por situaciones que ellos no eligieron vivir. Ahora agradecía que las cosas hayan mejorado considerablemente y que todos los momentos perdidos, los estén recuperando, ahora con su pequeño conejito.
El pelinegro estaba concentrado preparando el desayuno, lo más básico que el mismo Jimin le había enseñado y explicado cómo hacer, cuando no podía moverse fácilmente y todo le tocaba a Yoongi.
Un sensual, atractivo y sexy Jimin, apareció por detrás del mayor, con una camisa de este último, abotonado solo los últimos botones, dejando al descubierto parte de su pecho. Cabello rubio ondulado y un poco alborotado, labios rojizos e hinchados, sonrisa coqueta y mejillas sonrojadas.
Se acercó al mayor y lo abrazó por detrás, dejando un casto beso sobre el hombro desnudo de este, que solamente llevaba puesto su ropa interior.
- Hola amor, ¿Cómo amaneciste? - Preguntó Yoongi, a su pequeño ángel.
- Muy bien Yoon, un poco... ¿Adolorido? - El menor hizo un puchero, mientras escuchaba la risita del mayor.
- Lo siento cielo, ¿Fui demasiado brusco? - Preguntó el mayor, mientras seguía preparando el desayuno.
- No Yoonnie - Jimin se aferró más al cuerpo de su pareja, sintiendo calidez junto a él.
El clima afuera era fresco, una mañana nublosa y oscura, quizá tenebrosa para muchos por estar en un bosque, pero fantástica para la pareja, que amaban ese tipo de clima.
