desde un principio se sabía que su relación no sería fácil o perfecta, seoyun siempre fue alguien a la que le gustaba demostrar cariño aunque fuera a su manera, ya sea tomando su mano o pequeños abrazos que duraban bastante, y por otro lado, jay no era muy fan de aquello, pero lo soportaba por ella, por su novia. es por eso que fue raro que al momento de que seoyun regresara de japón, jay se comportara tan distante.
fueron dos meses en los que estuvieron lejos pero siempre hablaron ¿qué problema había? solo él lo sabía y no lo había externado, es por eso que después de dos meses desde la llegada de la fémina, la mayor parte de sus encuentros eran peleas, por lo cual mantenían su relación de manera rara. justo ahora estaban intentando arreglarlo, hablar frente a frente en casa de hwang, pero como se mencionó antes, la mayoría de sus encuentros se convertían en peleas, este claramente no fue la excepción.
-¿podemos hablar tranquilamente sin llegar a una pelea?
seoyun habló seria pero enojada y desesperada, deseando que por fin su novio se sentara para hablar pacíficamente; jay suspiró después de unos minutos de pensar y se sentó en el sillón negro aterciopelado.
-es que ese es el problema, no podemos hablar sin llegar a una discusión. no creo que esto funcione, seoyun.
la pelinegra se quedó atónita ante sus palabras, el rojizo color de sus mejillas y labios se fue dejándola pálida al mismo tiempo que sus ojos comenzaban a cristalizarse.
-Yo conocí a alguien más, seoyun. -hizo una pequeña pausa para respirar y continúo.- es de primer año, nos conocimos en la biblioteca hace unos meses, comencé a hablar con ella; ella no sabía que estaba en una relación, poco a poco nos fuimos haciendo más unidos. cuando te fuiste a japón, ella me dijo lo que sentía y yo también. -dirigió su mirada a ella.- esto no funciona y pensé que ambos ya lo sabíamos.
-oh.
contestó apenas, dejando un silencio sepulcral que se recorría por todo el departamento, solo se podía escuchar el reloj moviendo sus manecillas y algunos carros fuera del edificio. park ya no la miraba, pero ella sí, lo veía con aquella mirada que oscilaba entre el odio y la tristeza.
-ya que tú no pudiste decirlo, lo diré yo. -tomó una gran bocanada de aire antes de volver a hablar.- terminamos, terminamos porque esto ya no funciona y ya los sentimientos que tenías por mi ahora le pertenecen a otra persona.
el castaño no lo pensó dos veces y salió de ahí sin hacer ningún ruido, sintiéndose totalmente culpable de la situación mientras que dentro de el departamento la chica estaba llorando, llorando porque le habían roto su frágil corazón con apenas diecisiete años.
๑ˊૢᵕˋૢ ๑
-seoyun, por favor abre.
la chica, miah, acercó su oreja a la puerta para saber si se encontraba y para la mala suerte de la peli negra, sus sollozos la delataban, suspiró y miró con clara preocupación en su rostro al chico y la otra fémina detrás de ella.
-¿para qué me quieren?
un alto y lindo pelinegro salió del elevador mientras comía un churro, los tres restantes lo miraron como su única salvación.
-¡ni-ki! tú tienes una copia de las llaves de su departamento ¿cierto?
el preguntado asintió y las saco de su bolsillo trasero para mostrárselas, por lo cual sunoo intento tomarlas, pero falló en el intento.
-déjenla tranquila, anoche también vine pero por más que quise verla, no me dejó entrar. -soltó un suspiro.- tal vez solo quiera espacio.
-entonces intentemos de nuevo, de verdad no se escucha bien.
kim miro la puerta con preocupación, pensaba en todas las maneras para poder quitarle las llaves a ni-ki, pero hanna fue más rápida y cuando menos se dieron cuenta ya estaba intentando abrir la puerta, por más que empujaba no podía abrir el paso, miró a los otros tres pidiendo ayuda y de inmediato se acercaron para empujarla. solo así pudieron entrar, la puerta estaba "protegida" con un librero que lograron empujar, en ese momento pusieron atención al lugar; todas las luces se encontraban apagadas y las cortinas cerradas, se podía escuchar a la chica llorar mientras estaba hecha bolita en el sofá.
-seoyun.
miah llamó su atención en un tono de voz bajo, la mencionada paró su llanto para mirarlos, sus ojos estaban hinchados y se podía ver que sus ojeras estaban más marcadas que la última vez que la vieron, y eso es decir bastante.
el pelinegro no dijo nada y sólo se abalanzó a la llorona hwang, lo primero que hizo la chica fue quitarle su churro y comérselo rápidamente, causando pequeñas risas en los presentes, aunque éstas se disiparon al darse cuenta de que le devolvió fuertemente el abrazo a su mejor amigo, dejando que sus lágrimas salieran nuevamente. el japonés simplemente acariciaba su cabello deseando ser, aunque sea, un pequeño consuelo mientras se dedicaba miradas tristes con los otros tres.
había algo en lo que concordaban sunoo, miah, hanna y ni-ki: nunca habían visto a su amiga llorar de esa manera, de hecho, pocas veces la habían visto llorar, por eso les llegó a afectar tanto verla así, llorando por su primer amor, llorando por uno más de sus amigos.
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ice | park sunghoon
Fanfictionson tan iguales pero diferentes a la vez, ¿en ellos aplicaría la ley de los polos opuestos? ✧en edición ✧fem! oc. ✧inicio: 08/05/2021 ✧fin: --/--/----