ice | park sunghoon

iv

mientras que la pareja no estaba en la casa, los demás le contaron su plan a los que acababan de llegar, seoyun se sentía inconforme pero no podía hacer más, solo aceptó la oportunidad que le dieron para arreglar las cosas y después de eso ellos hablaban maravillas de aquella hermosa y bajita castaña ahora conocida como yunseo, todos menos los que recién llegaban y dos personas más, sunoo y sunghoon.

seoyun se encontraba algo incómoda, no lo negaba y su cara lo demostraba pero los que hablaban no le parecían poner atención, estaban muy concentrados en elogiar a yunseo.

ni-ki estaba curioso pero intentaba no demostrarlo ya que según él como su mejor amigo, debería de caerle mal la nueva pareja de su ex... pero realmente estaba ansioso por conocer a la chica.

sunoo miraba preocupado a su amiga, la conocía de tiempo y sabía que si alguien soltaba algún comentario que las comprara, ella se sentiría mal.

sunghoon notaba la incomodidad de la peli azul por lo cual evitaba meterse en eso y cuando lo intentaban adentrar a la charla de maravillas de la castaña, él simplemente asentía y negaba con la cabeza o también a veces los ignoraba. aquellas acciones demostraban más de lo que los demás pensaban.

-ella no es tan seria como tú, seoyun. ¡es muy agradable!

aquel comentario proveniente de hanna le había dolido aunque ella no lo hubiera dicho con malas intenciones o al menos ella no quería decirlo de esa manera.

-supongo que tienes razón, la primera vez que hablamos estaba muy seria, debe de ser grato hablar con ella.

el ambiente se tensó, seoyun bajo la mirada con un a sonrisa triste, miah le dió un codazo a hanna quien procesaba lo que había dicho, jungwon y heeseung querían hablar para tratar de arreglar las cosas pero era algo imposible, jake solo miraba incómodo mientras seguía bebiendo su jugo de caja; sunoo y sunghoon la miraban preocupados, ni-ki tomo su mano lo que provocó que levantara su rostro, le sonrió y miro a un lado de ella, ahí se encontraba la bolsa de lo que habían comprado.

-compramos churros en el camino, es como una disculpa por llegar tarde, ni-ki no encontraba su chaqueta y se puso histérico.

la peli azul rio levemente para después abrir la bolsa y pasársela a cada uno de sus amigos quienes tímidamente tomaron uno, todos estaban aún incómodos por lo antes sucedido hasta que se desató un debate gracias a sunghoon.

-¿por qué churros?

todos lo miraron y luego al dúo inseparable quienes comían alegremente aquel postre, ellos se miraron y luego soltaron una carcajada.

-porque los churros son para cualquier ocasión, siempre puedes comer churros.

-no creo que para una tarde de juegos los churros sean el mejor snack. -dijo el mayor confundido pero sin dejar de comer, un churro no se desperdicia.

y así todos comenzaron a debatir, por un lado seoyun, ni-ki, jungwon y miah compartían la ideología de que en cualquier momento son buena opción y del otro lado heeseung, jake, sunoo y hanna decían que eso no tenía sentido, que eran muy dulces como para comerlos siempre aunque claramente no dejaban de comer. sunghoon solo miraba todo y a veces decía comentarios para los dos bandos para que pelearán más, le gustaba ver el mundo arder pero no arder con el y las reacciones de Seoyun le parecían graciosas y hasta cierto punto encantadoras.

-seoyun tiene razón, los churros pueden comerse en cualquier momento, son lo máximo.

la dulce voz de yunseo sonó por la sala callando las demás, la de cabellos azules se acercó a ella y quitó a jay de su lado para abrazarla por los hombros con una sonrisa victoriosa.

-así concluye este debate, la mediadora dice que nosotros tenemos razón.

๑ˊૢᵕˋૢ ๑

después de esa tonta pelea, la reunión siguió basándose en yunseo, realmente estaban intrigados en saber más de ella, mientras les contaba cosas jugaban videojuegos demostrando que también es buena en ellos. era tan perfecta y seoyun coemnzaba a pensar que realmente la superaba, sin saber que ante los ojos de otra persona yunseo no tiene ni la más mínima posibilidad de ser comparada con ella.

la noche ya había caído, seoyun sentía que tenía que irse ya que no se sentía del todo cómoda ahí, respiró profundamente y se levantó de su puff que había sido recorrido hasta una esquina; sunghoon quien se encontraba a su lado derecho la miro confundido pero luego comprendió su repentina acción, así que también se levantó tomando su chaqueta para seguirla hasta la salida caminando hasta quedar a unos metros de la casa.

-no deberías ir sola, ya es tarde.

su voz tomó por sorpresa a seoyun, quien pego un saltito del susto y luego respiró aliviada.

-¿qué ocurre? ¿se me olvidó algo?

comenzó a buscar en su bolsa asegurándose de que todo estuviera ahí y efectivamente todo se encontraba ahí, cuando volvió a levantar la vista para decirle algo, se topó con la sorpresa de que ahora se encontraba a su lado.

-es peligroso que vayas sola, vamos.

el pelinegro comenzó a caminar lentamente esperando a que seoyun le siguiera y lo hizo pero de manera confundida, él no era de hacer esas cosas con ella, no eran tan cercanos a pesar de que fue al primero que conoció de ese pequeño grupo.

una castaña se encontraba frente a la entrada de la pista de patinaje, viendo a algunos niños y adolescentes jugando por ahí, dudando si era una buena idea entrar, le daba pena pensar que podía interrumpir la clase, estaba tan inmersa en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando un chico que paro a su lado.

- ¿por qué no entras?

su voz la tomo por sorpresa por lo cual también dio un pequeño salto del susto.

-no sé si se encuentran en clase, no me gustaría hacer que pierdan su ritmo. -contestó tímida por lo que el chico sonrió y luego le estiró su mano en forma de saludo.

-soy park sunghoon.

-hwang seoyun.

la castaña tomó su mano y después de unos segundos, las separaron.

- ¿vienes a alguna clase?

-no, simplemente vine a pasar un rato.

-oh, solo mantente del lado izquierdo, en quince minutos vamos a poder ocupar toda la pista.

dijo mientras guardaba su celular en la mochila para después dejarla al lado del bolso de la chica, sonrió levemente y decidieron esperar los 15 minutos mientras hablaban.

el camino fue silencioso pero no incómodo, al contrario, se sentían tan bien de esa manera. cuando llegaron al edificio donde se encontraba el departamento de seoyun, sunghoon la acompañó hasta su puerta con la excusa de que no quería que nada le pasara aunque solo quería estar cerca de ella y tomar valor para decir las cosas.

al llegar a la puerta, seoyun la abrió y le pregunto que si quería pasar a lo que el negó; se despidieron y cuando estaba por cerrar la puerta, el pie de Sunghoon se lo impidió, la tomo de la muñeca y le dio la vuelta para quedar cara, dejando un tierno, tonto y casto beso en sus labios.

-creo que me gustas.