Miedo

64 4 2
                                    

"El hombre más peligroso es aquel que tiene miedo."      ~Ludwig Börne


De noche, solo. ¿Cuál será la amenaza letal esta vez? En tu aposento, pegado a tu asiento, la víctima eres tú.

¿No lo recuerdas?... ¿quieres que te lo recuerde?...

Cuando le mirar es simple ver un joven alto, de complexión normal, pero con unos ojos tan vacíos, que dan un poco de pena. Pero para el es diferente su simple reflejo le agobia... pobre joven, él solo quiere sacarse los ojos.

Ahora dime pequeño joven si te sacas los ojos, ¿Cómo pararas las voces? ¿dañando tus oídos? Eres tan gracioso pequeño joven, pero si lo haces... jamás podrás detenerte o acaso no la recuerdas, tu y el son la misma persona... además...

El es dueño de tu mente...

El es dueño de tu mente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Eres muy mala mamá... no me gustan las historias de miedo, pero aun así me las cuentas- la voz de la pequeña era un pobre murmullo tembloroso. Esa joven mujer miraba a su hija de forma risueña, las reacciones de su pequeña hija eran su mejor pasatiempo.

-lo siento Matsuri, te prometo que no lo volveré a hacer- la voz de aquella mujer fue un murmullo dulce, con ello aplacaría un poco el miedo de su pequeña hija.

 -Matsuri ven acércate...- la niña se acerca suavemente a su madre, el miedo que tenía era temporal. Sabía que su madre jamás haría algo para lastimarla de alguna manera.  -Lo que acabe de contarte no es solo un mito, para mi es como es reconocer que esa historia es algo que representa a los humanos-

La pequeña niña admira mucho a su madre, y admirar es una palabra muy grande para una niña de seis años; pero ahora solo pensaba que su madre habría perdido la razón.  -Madre... ¿está enferma? ¿llamo a padre? –

La risa de la joven madre inundaba los aposentos de aquel hogar cálido. Su hija jamás la llamaba madre, al menos que estuvieran frente a gente importante o en su defecto frente a su padre.  -mi pequeña, tan raro es verme juzgar lo que el mundo nos ha dado... ¡eres mi hija! Ya debes haberte acostumbrado a una madre tan parlanchina...- 

-si mamá, pero tu dices que esta historia se parece a nosotros los humanos... ¿en que se parece?– la pequeña negaba con su cabecita, no cabía duda su mamá enloqueció después de tantas charlas que han tenido -matsuri ¿enserio crees que me he vuelto loca? -

-matsuri ... un humano con miedo es capaz de hacer cosas que en ti corta vida jamás se te pasaría por la cabeza... - la pequeña veía la mirada de su madre perderse en la ventana, que su madre bajara la voz y su semblante se viera mas opaco no era muy buena señal.

-en este mudo todo es real Matsuri, cada cosa que puedas imaginar existe- la mujer baja la mirada para encontrase a la de su hija, su semblante era mas apagado y mucho mas preocupado. -Hay tantas cosas que quiero explicarte... pero también siento que dañare tu vida al contártelo...- las lagrimas se acoplaban en los ojos de aquella mujer, para ella era simple, había sido bendecida con una hija en una circunstancia nada tranquila. Lo que le deparaba el futuro a su hija le preocupaba y mucho. 

-recuerda matsuri ... el miedo siempre será tu peor enemigo y también será culpable de todo lo que hagas. - para ese instante la pequeña niña no sabía que hacer, ¡debía llamar a su padre! ¡Su madre no estaba bien! -mi niña... yo estoy bien. No debes llamar a nadie, solo estoy preocupada por tu vida-

- ¡madre! ¡vamos con padre ahora, no te ves bien! – la pequeña niña estaba al borde de las lágrimas, ¿y si gritaba? Su padre la oiría y vendrá, pero ¿y si después de eso sus padres comenzaran a discutir? ¡no quería eso!

La joven mujer acomodo a su hija en sus brazos, ella le abrazo tan fuerte como si en cualquier momento la mujer pudiera desaparecer. Las lagrimas que la mujer contenía no tardaron en bajar, en su pecho se instalaba una zozobra que jamás había experimentado y quería que se detuviera.

-matsuri recuerda... jamás debes tener miedo sin importar las circunstancias que vivas. El miedo puede hacerte cometer el peor de los errores- para ese instante los sollozos que salían de sus labios eran fuertes y se escuchaban los pequeños hipos de su niña...

- ¡recuérdalo matsuri! Tu miedo será tu enemigo... y ese enemigo eres tú...

-miedo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-miedo...- un suave susurro rompió el ambiente silencioso que había en la habitación. La joven castaña seguía mirando al vacío, la pluma con la que había estado escribiendo había parado de manera abrupta minutos atrás... los demás individuos en la habitación tenían la mirada puesta en ella, y con la palabra dicha daba mucho que pensar.

-matsuri te encuentras bien...- un joven con marcas en el rostro trajo de vuelta a la realidad a la joven, el jamás diría que esa niña le preocupaba, simplemente no oír a la parlanchina alumna de su hermano le era tétrico. -matsuri si no te encuentras bien puedes irte a casa-

- ¡ah! Kanguro-san lo siento, creo que me sumí en mis recuerdos... lamento haberles preocupado Temari-san, Kanguro-san, Gaara-sensei – la joven se sentía incomoda sus recuerdos que creía perdidos comenzaron a regresar y era incomodo sumergirse en los pensamientos cuando había gente a su alrededor.

Pero, a ninguno de la habitación le convencía esa respuesta, había algo que aquella joven no quería decir y su semblante apagado era el más preocupante para todos...

-no se preocupen por favor... estoy bien, me siento bien... -

.

.

.

.

~Buenas noches, tardes o días... aquí otra de mis unilaterales conversaciones que se tienen en lugares y momentos incomodos. tratare de subir otro capitulo esta semana...

~bye  



Solo Una VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora