•Capítulo 3

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Ruggero Pasquarelli- Cancún México.

-¿Karol?.— musito cuando logró abrir bien los ojos y contestar el teléfono.

-Ya se que te desperté, perdón pero es que estoy nerviosa, compré el boleto pero no había hablado con mamá...— empieza a hablar rápido como lo hace siempre que está nerviosa, y podría apostar que esté en frente de la puerta dando pequeños saltos por todas partes.

-Hey hey hey, respira que te vas a morir.

-Pendejo.

-Solo... No se que decir porque hasta a mi me daria miedo hablar con mamá turbo.

-No ayudas.

-Es muy temprano para mi, aún no proceso mi existir.

-Es que se supone que me voy en dos días y mañana estaré haciendo maletas, necesito decirle ya a mamá.

-Solo trata de decírselo y luego sales corriendo.

-Es en serio Ruggero.— reprocha.

-Bueno ya, no te enojes. Es que solo díselo así y ya.

-Si me matan es tu culpa.

-Te quiero.

-Yo más.

Después de eso cuelga y admito que si temo por su vida pero se que estará bien. Volteo mi mirada hacia la maravillosa vista que tengo, jamas me cansare de decir que amo Cancún.

Decido pararme de la cama y entrar al baño. Lavo mis dientes y peino un poco mi cabello.

24 de diciembre y aún debo ver que hay en el itinerario que preparó Ariadna para nosotros.

Es una community manager que consiguió Lucas. Es la encargada de organizar nuestro viaje y hacer la reservación en los hoteles, así como buscar el mejor medio de transporte para movernos en la ciudad.

No dudo que quiera matarme ya que la hice conseguir 2 habitaciones más en un lugar donde no estaba planeado. Es obvio que acabo de desorganizar el horario pero Karol lo vale.

-Rey!.— exclama Pedro entrando en mi habitación.

-¡Rey!

-¿Que vamos a hacer hoy?

-No lo se, aún no reviso el horario que mando Ariadna. Por cierto ¿y Luqui?

-Anda arreglando cosas para Miami o no se, solo que está hablando por teléfono y dando órdenes.

-Uyyy, tan temprano que es y Luqui ya está dando órdenes.

-Y si viste.

Esperamos a que Luqui termine de hacer lo que sea que esté haciendo para bajar a desayunar.

La verdad es que se me antojan unos chilaquiles. Cuando estábamos de gira veía a Karol comer mucho estas cosas y para ser sincero en ese tiempo nunca se me antojaron, ella insistía para que lo hiciera pero no se veían tan buenos.

Voy hacia el bufete y me sirvo los dichosos chilaquiles, decido probar los rojos rogándole a la vida que no piquen, o por lo menos no tanto.

Me sirvo un poco de fruta en otro plato y finalmente voy a sentarme.

Pruebo el primer bocado y mi lengua experimenta una bomba de sabores, se siente el pollo, la crema, el queso, y la salsa. Ningún sabor se pierde y solo puedo pensar en que tonto fui por no haberlos probado antes. Perdí años de mi vida.

En fin, empezamos a hablar de lo que vamos a hacer en Miami. Vamos a grabar algunas canciones y escribir otras tantas, aún estamos arreglando grabar un videoclip ahí y un featuring.

-¿Vamos a ir a la playa hoy?.— pregunta Lucas.

-Yo digo que primero nademos un rato acá en la alberca y luego vayamos a la playa y aprovecho para tomar fotitos.

-Me parece bueno.

Terminamos de desayunar y subimos a la habitación para dejar reposar la comida. Algo que aprendí con mamá turbo es que puede ser mortal nadar después de comer, prefiero esperar veinte minutos y no morir de un indigestión ahí adentro.

Mientras estamos en la alberca grabamos algunas historias, incluso Lucas graba una imitándome.

Jamás me había percatado de lo chistoso que hablaba mientras grababa historias, claro que yo no lo veo así pero cuando alguien más lo hace te parece gracioso.

Una hora después bajamos a la playa y tomamos algunas fotos y grabamos otras historias.

No me puedo sentir más agradecido de haber encontrado personas que realmente me apoyen en lo que hago y que me impulsen a lograr más cosas.

Estamos todo el resto de la tarde en la playa para lograr conseguir mi hermoso bronceado que ya me hacia falta.

A las seis más o menos subimos al hotel para empezarnos a preparar para ir al show que Ariadna nos reservo.

Tomo una ducha para eliminar todo rastro de sal y de cloro de mi cuerpo.

Salgo y empiezo a secar mi cabello para peinarlo, cuando mi cabello está listo me pongo mi ropa que consistes de un pantalón beige y una camisa con un estampado de hojas. Para lucirla mejor dejo desabrochados los primeros botones de esta.

Voy a ver a Pedro y a Lucas a su habitación para ver si están listos y cuando llego agradezco que así sea.

Vamos camino al show.— donde también vamos a cenar.— Por lo que dijo Ariadna es un show bastante completo en donde hay bailarines y creo que también algunos números de stand up.

Vamos a mitad del show y debo admitir que es bastante bueno.

Cuando por fin termina salgo con una gran sonrisa en el rostro. Subí una historia de show y cuando tomo mi teléfono me percato de varios mensajes en donde me piden que use el barbijo.

Créanme que lo uso pero hay lugares en los que no es tan necesario que lo haga ya que Ariadna se encargó de buscar los lugares que cumplieran con todas las  prevenciones de salud.

Decidimos ir a caminar a la playa para recibir el año nuevo ahí.

Cuando el reloj cambia y marca las 00:00 una llamada entra a mi celular.

-Feliz navidad Baloo.— menciona desde el otro lado.

-Feliz navidad mowglito.

Pasan tres segundos en los que nadie dice nada.

-Quiero que la gente me reconozca como Karol Sevilla y no Luna Valente.

-Quiero que la gente le empiece a dar el reconocimiento que me música merece.— decimos los dos la mismo tiempo.

-Que asi sea.— repetimos.

-Te quiero.

-Te quiero más.
[..]

Notas del autor:

Este capítulo fue bastante corto pero ya les debía actualización. En dos más yo creo que viene lo bueno.

Que tengan un amoroso día, tarde o noche desde donde sea que me lean.

Mel. ✨

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