Día 1

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Querido Diario:

Otro día más, en esta patética existencia. Mi vida se a vuelto un completo desastre. Darren, como siempre, era el que ocupaba mi mente todo el día de hoy. ¡No me pude concentrar en el examen de álgebra! pfff... Suspendo seguro, y como mi madre vea un suspenso ¡Me quita de las clases de ballet! Dios, estoy super nerviosa. Y todo por culpa del moreno, guapo, deportista pero a la vez irritante de Darren. Bueno, me despido otro día más de ésta... Espantosa vida.

Cerré el diario y miré hacia la pared monótona de mi habitación. Desde que mi padre se fue he estado sola. Sin nadie, solo con... Mi madre, si ha eso se le puede llamar madre. Me levanté y me miré en el espejo. Morena, de ojos marrones, cuerpo de un 60%, gafas... Dios. ¿Quién se iba a fijar en ésto? Suspiré. Verme en el espejo no iba a subir mi autoestima. Fui a mi armario y  cogí unos vaqueros, un jersey gris, sin nada y mis converse negras. Me puse mi gorro de lana y salí de mi habitación.

-Me voy mamá- le dije- Volveré antes de cenar

-Y entonces le dije que se marchara que no quería volverlo a ver y muchas cosas más- mi madre me ignoraba, hablaba por teléfono con su nueva mejor amiga Caitlin

Como tampoco me importaba mucho, salí. Hacía frío, bueno. Estábamos a mediados de Octubre. ¡Debe de hacer frío! Caminaba mientras buscaba un starbucks donde meterme y pedirme un Capuccino, me hacía falta. 

-Dios... Busco un Starbucks y han desaparecido, no los buscos y veo uno en cada calle- dije, sonó a queja

-Tranquila chica- oí a mi espalda- Si giras encontrarás uno

Giré y no podía ver lo que observaba, Darren, Darren Holsen. ¡Me estaba hablando! Las piernas comenzaron a temblarme y mi respiración se cortaba. Estaba muy nerviosa. Demasiado. Su sonrisa deslumbrante y ese cuerpo que sin duda era un 110% hacían que cualquier chica se quedase boquiabierta. Me sentía estúpida por no contestarle. ¡Sería mi única oportunidad para hablar con él!

-Gracias- musité, tonta

-De nada... ¿Quiéres que te acompañe?- dijo sonriendo

Vale, pellizcarme. ¿Darren Holsen quiere acompañarme? ¿a mí? Esto era demasiado raro. Lo miré incrédula, pero asentí. ¿Qué malo podría pasar? ¡Soy invisible para él!

-Bueno... ¿Y cómo te llamas?- preguntó amablemente

-Daniela, Daniela Santos. Signo zodiacal: Piscis. Grupo sanguíneo: O, osea que si te mueres o algo mi sangre te vendría bien- ¡Tonta! ¡Eres una tonta! 

Casi me muero, ¡Lo había asustado! 

- Em...gracias...¿sabes? me tengo que ir habia olvidado que mi madre hoy tenía el entierro, del tío, que es el primo, del hermano, del tío, de mi padre y me tengo que quedar con mi... Eh... ¡Hermana en casa!

Sonreí, que mono, tenía que cuidar a su hermana. Me dió las indicaciones y se marchó. Tras unos pasos, entendí que lo había asustado y que quería irse. Suspiré, siempre y repito siempre... Seré una fracasada.

Hola, Soy Guisel. ¡Gracias a todas que quieren leer ésta novela! ¡Muchas gracias! El primer capítulo lo escribo con una amiga, Loroni. ¡Es una gran escritora pasaros por su novela! 

¡Recordad! Comentad y votad ^^ ¡Besos! Guisel <3

Diario de una fracasadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora