parte. 10

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Mansión Mills.

Día De La Boda.

Cora: Regina, tus amigas te confirmaron su llegada hoy para la Boda. Sería de mal gusto que tus damas llegaran tarde o no llegaran. Dijo Cora terminando su té después de desayunar. 

Regina: Madre, Mal y Tink llegaron ayer de sus vacaciones y si llamaron para confirmar ayer al medio día. Dijo terminando su plato de frutas de desayuno ligero para la Boda ya que Cora quería que luciera increíblemente en el vestido de novia.

Cora: Pues más les vale llegar a tiempo, Emma y sus padres llegan dos horas antes de la Boda ya que Ingrid no quiere que se vean con los vestidos hasta que estén en el altar y a mi me parece bien, Emma quedara deslumbrada cuando te vea con el vestido de novia. Dijo satisfecha. Ahora hay que prepararnos que están por llegar los maquillistas y estilistas. Dijo levantándose de la mesa retirándose a su habitación.

Regina: Si Madre. las  chicas  llegarán pronto ya que sus vestidos se encuentran aquí. Dijo Regina seria.

Cora: Me parece bien, haci nos aseguramos que no hagan arreglos extras a los vestidos. Y Regina cambia tu cara quien te viera diría que vas aún velorio en vez  que a tu Boda.

Narrador: La verdad era que Regina no pudo dormir en toda la noche estuvo y estaba muy nerviosa por la boda con Emma, en los últimos días después de descartar que Emma supiera algo de sus estudios médicos salieron prácticamente todos los días aveces por la mañana o por la tardé, Emma la trataba bien ya no peleaban ni discutían eran como dos amigas paseando ya que Emma no volvió a tratar de besarla solo le dedicaba sonrisas y tiernas miradas eso la hacía sentir bien pero al mismo tiempo la decepcionaba ya que ella sentía algo especial por Emma desde que eran niñas y sentía horrible pensar que Emma solo la miraba como una chica más o una chica desvalida y dominada por su madre que había que ayudar pero nada más y eso le dolía ya que en este último mes junto a Emma le  sirvió para terminar de darse cuenta de lo enamorada que estaba de Emma. Emma era perfecta con sus hermosos ojos verdes, sus cabellos rubios y linda sonrisa adornada con un par de hoyuelos en las mejillas y ese cuerpo muy bien desarrollado y atlético que tenía Emma de seguro por todos los deportes que hacía en el instituto. En cambio Regina era unos centímetros más baja que Emma además delgada aunque su cuerpo todavía estaba en desarrollo no se comparaba a las chicas que solían acompañar a Emma, Regina sabía que era guapa de hermosos rasgos y con clase pero Emma parecía una diosa a sus ojos y aún que su Madre le recordara que no debía enamorarse jamás ya que eso solo le traería problemas y sufrimiento ella no lo pudo evitar y ahora estaba completamente enamorada de Emma y apunto de casarse con ella. Después de la boda vivirían juntas y eso la emocionaba y aterraba ya que siempre vivió en la Mansión Mills de sus padres y en algunas propiedades de su familia. Pero ahora estaría con unos extraños y fuera de su Mansión fuera de su lugar de confort. Ella quería vivir en la Mansión, era su Mansión ya que su padre se la había heredado por que esta propiedad solo podía pertenecer a un Mills de sangre y Cora no lo era. La Mansión era parte de su herencia Mills.

Cuando terminó de pensar subió a su habitación para esperar a los maquillistas y estilistas.

Unas horas más tardé.

Se abrió la puerta de la habitación de Regina.

Mal y Tink: Sorpresa. Gritaron al unísono entrando en la habitación.

Regina: Chicas que bueno que llegaron ya las extrañaba ¿Cómo estuvo su viaje?. Pregunto sonriendo. 

Tink: Muy bien Regina, pero tu te vez preciosa es un vestido hermoso mírate estas muy linda, y amiga te extrañé muchísimo. Dijo al borde de las lágrimas.

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