Dormida

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Cómo es posible que el anhelo sea llegar a la cama, clavarse los resortes en la espalda e irónicamente ahí sentirse cómodo?
Es invierno en noviembre y para mí todos los días han sido de lluvia, siempre hay gotas acariciando mi rostro que su tacto me es familiar.
Los días en que sale el sol en contradictoria también es a diario cuando me envuelve en sus brazos y seca mis lágrimas después de permitirme llorar.

Destellos de SoledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora