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Quiero estar en el otro lado de la Tierra, tomándote de las manos.

Spring Day - BTS.

El pálido regreso a la mesa viendo como todos ya habían empezado a comer, y es que él les dijo que empezarán sin él pues tenía una larga platica con su amigo que sentía que jamás iba a terminar; hablaron de muchas cosas y como les había ido a cada...

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El pálido regreso a la mesa viendo como todos ya habían empezado a comer, y es que él les dijo que empezarán sin él pues tenía una larga platica con su amigo que sentía que jamás iba a terminar; hablaron de muchas cosas y como les había ido a cada uno terminando en una salida para pasarla bien antes de que su agenda se llenara de eventos y cosas por hacer dejándolos sin tiempo para darse un respiro.

Con un agradecimiento por la comida se sentó a lado de su padre evitando con todo su ser sentarse a lado del menor, lo que menos quería era tenerlo cerca de él.

–¿Y qué te trae por aquí, pequeño?– Yoongi fijo su mirada en la de su madre para decirle con esta que se guardara todas sus preguntas pero esta hizo caso omiso.

Aunque el pálido debía admitir que de verdad quería saber qué estaba haciendo ahí el pelinegro, quería saber tantas cosas que se sentía ansioso, ya quería que llegará el siguiente día para que así el pelinegro se vaya y no verlo hasta su regreso después de las vacaciones.

–Extrañé mucho a mi Hyung, así que quise darle una sorpresa con mi visita, aunque...– sus castaños orbes se fijaron en su Hyung que seguía atento a comer sin prestarle la mínima atención, ni una mirada pero, lo que el pelinegro no sabia era que si le estaba poniendo atención, solo quería disfrazar su interés por lo que el pelinegro iba a decir. –Parece que no está feliz de verme– dijo con un deje de tristeza que pudo sentir el pálido.

Yoongi se detuvo y apretó sus párpados tratando de controlar a sus impulsos de levantarse tomar al menor y ambos salir de ahí para luego envolverlo en sus brazos diciéndole todo lo que siempre se ha callado por los últimos dos años, decirle que siempre estaría feliz con su presencia, que lo amaba tanto como para odiarlo. Pero la cruda realidad siempre volvía a él como un chorro de agua fría, haciendo que despertara de ese sueño, de esa hermosa fantasía que le creaba su mente.

Y se sentía estúpido por tratar de ocultar lo que siente, porque por más que tratara de ocultarlo siempre había una forma de saberlo, de descubrir lo perdidamente enamorado que estaba del menor, y eso; eso dolía como un demonio. Quería ocultar sus sentimientos, quería que fuera así de sencillo el poder ocultarlos para que nadie supiera lo que siente, para que nadie se enterará de cuanto ama al pelinegro.

Porque estaba más que seguro que lo que sentía por el menor era algo más que solo gustar, era algo mucho más profundo y ya sabia el nombre. Le aterraba admitirlo, claro que le aterraba, porque jamas se vio en una situación así, jamás se vio queriendo amar a alguien con tantas fuerzas como lo hacía con el menor; lo estaba amando y sentía que no era correcto, que era prohibido amarlo como lo estaba haciendo.

–Tranquilo pequeño, ya sabes como es Yoongi– la bella mujer trato de borrar la tensión que se empezaba a formar.

Jungkook miro a su Hyung con la esperanza de que este también lo mirará, pero sabía que eso no pasaría por más que lo deseara con tantas fuerzas desde el fondo de su corazón; con una ligera y lastimera sonrisa asintió bajando la mirada a su plato de comida.

–¿Y tienes novia o novio?– el Señor Min fue el que ahora se atrevió hablar para matar la tensión que hasta él había sentido ayudando a su esposa.

–Eh... ah... bueno...– rasco su nuca con nervios mientras sus mejillas se tiñeron de un rosa leve mientras la sonrisa de enamorado se mostraba que para el pelimorado era una tortura, demasíado empalagoso para su gusto.

–Su pareja es Hoseok– el pelimorado dijo como si nada pero en el fondo saber eso le estaba ardiendo el alma.

Pero como siempre, era bueno ocultando sus sentimientos o emociones, no dándose muy fácil a leer, era astuto y siempre fue bueno ocultado todo tipo de emociones o sentimientos, no muy fácil podrías llegar a saber que pasaba por su mente en ciertos momentos dolorosos, felices o cualquier otro.

Jungkook lo sabía muy bien, y ahora que sabía que su Hyung sentía algo más por él que solo cariño y hermandad, entendía que podía ser incomodo para su Hyung mencionar a su pareja, porque malditamente sabía que también era su mejor amigo y que tal vez esa había sido una razón para alejarse de él; no quería lastimar a Hoseok, no quería lastimarse a él.

Jungkook era egoísta en solo fijarse en si mismo y no en lo que sentía su Hyung, en lo que estaba sintiendo, lo que lo estaba dañando. Solo se había fijado en sus emociones y sentimientos, solo se había fijado en que había hecho mal par que su Hyung se alejara sin deparar que tal vez siempre tuvo la respuesta frente a él, una que era claramente visible pero el era muy ciego para darse cuenta, sumergido en su burbuja de pensamientos erróneos aunque no todo fue en vano, habían sucesos que eran ciertos donde el mayor se había equivocado, claro que sí.

Ambos estaban equivocados, o, tal vez no era así.

–¿En serio?– la bella Señora Min miro con sorpresa al pelinegro, claro que recordaba a ese hermoso solesito como ella le había llamado. El pelinegro asintió tímido. –¡Ah, no puede ser!, eso es increíble, pequeño, se que hacen una linda pareja– dijo feliz mientras tomaba la mano del menor sobre la mesa dándole todo su apoyo y cariño al menor quién le regreso la sonrísa con timidez.

Yoongi prefirió ignorar el comentario de su madre mientras estaba atento a su comida, tratando de concentrarse solo en eso, su comida y ya. Pero no podía, tenia tantas cosas rondando por su cabeza como también tenia clavada las palabras de su madre, dando vueltas por su cabeza una y otra vez sin dejarlo en paz.

...hacen una linda pareja.

Pareja.

Pareja.

Yoongi gruño empujando su plato lejos de él, el hambre se le había ido de la nada y odiaba eso, odiaba sentirse así, pensar así. Todos se fijaron en él pero Yoongi parecía tan absorto en sus pensamientos que no se había dado cuenta, tenía mejores cosas que pensar que ponerse a ver si alguien le prestaba atención a sus movimientos, si alguien quería hablar, porque él no quería, no quería hablar con nadie que no fuera consigo mismo.

Soltó un fuerte suspiro mientras llevaba la yema de sus dedos a su sien repartiendo masajes para tranquilizarse, no le servia de nada alterarse de esa forma. ¿Por qué había ido el pelinegro? Todo hubiese estado bien si no hubiese ido, si se hubiese quedado alejado para así poderlo olvidar con facilidad.

Es una jodida mierda a la cual no quería pertenecer.

–¿Yoongi?– llamo su madre pero prefirió ignorarla mientras se levantaba de la mesa, necesitaba tomar aire fresco.

–Yoongi, ¿Sucede algo?- ahora fue la voz de su padre, su afilada mirada se detuvo en éste, asintió para hacer una reverencia y metiendo sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón salió por la parte trasera de su casa al inmenso patio, necesitaba pensar muchas cosas.

Estando ahí rodeado de sus padres y del pelinegro no lo podía lograr, necesitaba estar solo para pensar con claridad. Solo.

Jungkook lo observo de lejos, viendo como su Hyung se perdía por el pasillo, sus pies picaron con una inmensas ganas de seguirlo pero prefirió quedarse en su lugar, no era correcto molestar a su Hyung cuando este pedía a gritos estar solo. Lo entendía y prefería esperarlo para poder hablar ya más tranquilo.

Solo esperaba todo saliera bien.







Soldck-

Detras de mí odio / KookGi / BTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora