Sublime Efervescencia.

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Tus manos ligeras y prohibidas,

Viajaban a través de cortos retazos de piel,

Tan caudalosos movimientos me estremecían,

Finos y estimulantes,

Cargaban en sí la llave de la gloria,

Tus ojos llenos de llamas,

La irradiación de la lujuria impulsiva,

Imploraban la esencia de regocijo prohibido,

Tu cuerpo esbelto,

Temeroso de entrar en el magistral territorio,

Dominó, tus alzamientos te incitaban a catar,

El fervor y el gusto te mantuvieron vicioso,

Mientras mi persona vacila,

Tu cuerpo navega en mi mente añorando volver,

Quedándose en una lustrosa remembranza.

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