異なる | 𝐃𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞
Después de la muerte de su familia, una chica de hermosos cabellos albinos llega a Konoha. Aquella aldea que le trajo recuerdos completamente diferentes a los que ya tenía. Y donde conocería a cierto chico, completamente dif...
Y así continuó aquel año escolar, entre miradas retadoras de parte de Sasuke, y miradas confusas de parte de ___, hasta que llegó el día del examen de graduación, esperaba poder graduarse ese año, porque no soportaría estar un año más en la academia. Recargada en la pared, esperó a que la llamaran al salón dónde haría el examen de graduación.
- Señorita ___, es su turno - la chica volteó a ver quién la llamaba, y después ingresó al lugar, no sin antes agradecerle.
- Bien ___, para realizar este examen deberás hacer el kagebushin - comentó el hokage a lo cuál la albina solamente se dedicó a asentir.
Colocó sus manos en posición y concentró su chakra, no debía fallar, había estado practicando aquella técnica durante bastante tiempo, así que no debía de fallar, no soportaría quedarse un segundo años más ahí, con las fastidiosas "sasufans".
Pronto el típico humo blanco llenó la habitación, se puso nerviosa... cuando el humo se esparció, cinco clones perfectos estaban rodeando a la albina. Una sonrisa victoriosa se formó en su rostro, ¡Lo había logrado!.
- Perfecto, ___, elige tu banda, te has graduado - comentó Hiruzen con una sonrisa tranquila.
La albina hizo una reverencia, tomó su banda, agradeció y se retiró, no se la puso en ningún momento, solamente rodeó la tela azul sobre su mano dejando la placa metálica por dentro de su puño. Salió del salón y pronto se comenzó a escuchar la platica de los demás dirigida exactamente a ella.
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Narra ___
Me había levantado temprano para comenzar a arreglarme, me coloqué mi típica ropa ninja. Y pronto llamó la atención aquella caja que había colocado al llegar a la aldea, la cuál estaba encima de el armario. Sonreí.
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(Imaginen que la banda no está en el gorro, si no que en su cuello)
Por suerte, me quedó bastante bien. Me miré en el espejo con una sonrisa tranquila, y agarré mi banda para colocarla en mi cuello.
- Por fin, soy una ninja real
Agarré mis cosas y salí directamente a la academia.
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