Jungkook es él chico perfecto para la sociedad del 1960. Es un hombre blanco, rico y hetero.
Pero a altas horas de la noche, cuando nadie le ve, es solo un hombre deseando a otro.
Es solo un hombre, capaz de lanzar al fuego a su amante para él qued...
— Tienes razón. — habló en cuanto su cuerpo estuvo finalmente cubierto. — vamos entonces.
Taehyung asintió.
— Señor director, necesitamos hablar con usted. — exigió Jungkook.
— Oh, ustedes. ¿Que pasa? ¿Quieren saber lo que pasó con el chico de esa noche? — desinteresado cuestionó.
Ambos asintieron y el director suspiró.
— Le dieron atención médica, luego lo expulsamos, no se permite gente anormal aquí. — el desagrado era obvio en sus facciones.
Taehyung mordió su labio para no refutar, lo que menos necesitaba era ser expulsado. Y JungKook actuó normal, después de todo estaba acostumbrado.
Salieron de la oficina aliviados, el chico estaba sano y eso les fue suficiente, pero en el fondo se sentían enojados con el director por no haber expulsado al verdadero villano: los chicos que cometieron ese cruel acto.
El chico murió esa noche tras haber sido violado brutalmente y desangrarse, verdad que el viejo hombre nunca les confesaria.
¿Aún crees que el mundo tiene salvación? La policía dejo el caso en cuanto supieron la razón por la cual lo asesinaron. Una muerte injusta quedaba en el olvido, nadie se enteró jamás de lo sucedido. Y sus padres inocentes de la verdad, lloraban su perdida sin más.
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— A que le temes? — una tarde fría hacia presencia en Seúl, Jungkook y Taehyung disfrutaban de aquello sentados en un parque.
— Morir. — Taehyung respondió.
— Bah, como le puedes tener miedo si no sabes que sucedera después de morir? Tal vez sea un puto paraíso y nos lo estamos perdiendo por mucho tiempo. No estoy diciendo que deseé morir, pero miedo no le tengo. — se encogió de hombros con una sonrisa.
— Tengo miedo a morir como el chico de los baños. — La sonrisa de Jungkook desapareció tras eso.
— Pero el no murió — frunció sus cejas.
— Pero igual me da miedo morir así. Morir injustamente a manos de gente ignorante, morir por nada. — su rostro se apagó un poco y segundos después el de el pelinegro lo acompaño.
— Bueno, ahora que lo pienso si da miedo. Es frustrante saber que gente a muerto de esa manera, y sus voces no fueron escuchadas.
— Si, suena horrible.
Un silencio acompaño al par de jóvenes que tan solo miraban al frente. En secreto, Taehyung miro de reojo a Jungkook, encontrándose con un perfil etéreo que de fondo le acompañaba las blancas nubes y el azulejo atardecer.
— Taehyung, ¿Quieres ir al autocine? Puedo ir a recoger mi auto. — ofreció Jungkook para alegrar a Taehyung, quién asintió emocionado.
Dos horas después, Taehyung miraba asombrado el auto de su amigo. Negro reluciente, se veía tan brillante que parecía nuevo, aunque ya tenía un año de haberlo comprado según Jungkook.
