Hanna Baker
Escuchar el regaño de mi madre ya era de costumbre, acto seguido a esto mis ojos se blanqueaban. Subí a mi habitación
Restándole importancia a los regaños de mi madre me tiré al sillón de mi habitación. Después de minutos en pensar en mi padre y que algunas lágrimas brotarán de mis ojos me subí a la silla de mi escritorio y de un saltito llegué al covertiso.
El covertiso era mi lugar, algunas veces me quedaba dormida o pasaba horas y horas leyendo un libro. En esta tarde me encontraba esperando el atardecer ya que este lugar contaba con un hermoso ventanal y se podía observar perfectamente. Estaba acomodándome hasta que escuche mi celular vibrar, este era Justin ¿que quería?¿Que quieres? -mi tono de voz se notaba perfectamente que no estaba muy feliz por su llamada- Justin!
Hanna, ¿vas a ir a la fiesta?
¿La de Walker? Es hoy a la noche, no se si voy a ir
Hanna tienes que ir, te tengo que decir algo -corto la llamada-
MALDITA SEA JUSTINMi carácter no era un atributo o eso conciderada yo, baje del covertiso y mire mi closet, me decidí por un vestido rojo con tacones negros. Me maquille y salí por la puerta trasera. en el camino de salir de mi habitación dije un resumen de lo que iba a hacer a mi madre. Tenía tanta curiosidad de que me iba a decir Justin, era típico de su personalidad dejar a las personas con toda la intriga.
Sus ojos color verde claro, dependían del día algunos días más claros y otros más oscuro. Sonó mi teléfono, era Justin¿Y? -dije muy confundida-
Ve a la casa de árbol, del fondo -soltó una risita-
¿Esto es en serio? -un silencio le dió la respuesta a mi tono indignante- está bien iré, ya estoy aquí afuera
Sube las escalerasCuando subí el estaba ahí, sentado y mirándome de arriba abajo, su mirada me hacía sentir confianza y un poco de incomodidad siendo sincera-
¿Que necesitabas Justin? -me senté a su lado-
Solo quería molestarte -me dió una sonrisa sarcástica- igual si necesitas algo dime, se cómo son los chicos en estas fiestas
Gracias, pero se cuidarme sola
Está bien jaja -su respuesta me dió alguna clase de enojo y ese fue el motivo por cual bajé-Agustín me esperaba abajo, el era el típico adolescente popular que juega futbol americano. A mí me caía bien pero nunca me dieron muchas ganas de ser su amiga, más bien conocida
¿Reina quieres un tragó? -mostrándome una botella de vodka-
No, gracias igualmente -dije tratando de evitar la conversación e irme pero el me sujetó del brazo- ¿disculpa?, Me haces daño y suéltame -dije enojada-
No seas agua fiestas Hanna, yo te preparo el trago tranquila!
Está bien -dije tan incómoda-agarre el vaso pero tenía un sabor un tanto extraño, hasta que ya no podía con mi propio peso y Agustín me llevo a una habitación, negando unas cuantas veces que Agustín llevé ahí aunque el lo hizo igual. Hasta que Justin abrió la puerta, sentí tanto alivio
Hanna! Disculpa Agus, ¿nos dejarías un segundo? Hanna tu madre llamo a tu teléfono -Agustín salió de la habitación-
¿Que?!
Es mentira boba, era para que el enfermo este salga de la habitación, ¿o no te percatas de sus intenciones?
Si obvio, no soy tan boba
Toma, es mi buzo y hace mucho frío por lo que sácate el vestido que voy a prestar ropa -fue al closet de la habitación- esto es de mi hermanatra, ni se dará cuenta, ten ahora cámbiate
Gracias -fui al baño, escuché unos gritos-
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No me dejes
RomanceEl amor más raro pero bonito es el de un psicópata y una suicida ¿Por qué? Facil el mataría por ella y ella moriría por el