✰ᴅᴏs

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Ir a la casa de la abuela era lo peor que me podía pasar, desde regaños por pisar la alfombra con zapatos puestos, hasta regaños por comer mandarinas y no ser un adolescente normal.

¿Acaso debería fumar? Iugh no, una vez mi mamá me dijo que eso era horrible y con el tiempo te mata, yo no quería morir joven.

En los noticieros habían notas sobre los pandilleros y sus vicios, no estaba realmente interesado en eso, ¿qué tiene de malo que ame la mandarina?

-Lo malo es que te pones gruñon cuando ya no encuentras mandarina en el frutero o en el refrigerador. Te pones peor cuando descubres que tu mamá las escondió.

Bueno, al parecer pensé eso en voz alta como para que me respondieran.

-No entiendo que haces en mi auto.

-No es tu auto hyung, es de tu papá. -Sonrió al ver mi rostro molesto.

-Lo que sea nadie te invitó. -Suspire.

-Tu mamá lo hizo hyung.

Lo mire mal antes de sacar una mandarina de mi pequeña bolsita.

-¿Me das?. -Me miro como un niño chiquito.

-No, comprate las tuyas.

-Eres un infantil hyung. -Tomó mi mandarina sin que yo le diera permiso.

¿Pero cómo se ha atrevido? Que osadía.

-No hyung, no otra vez. -Regreso con miedo mi mandarina.

-Ley

-No lo digas.

-del

-Pero ya la devolví.

-hielo

-No hyung, otra vez no. -Hizo un puchero e intento llamar mi atención en todo el camino sin darse cuenta que mi atención siempre estuvo en el.

Bueno talvez también en la mandarina que me concentre en pelar para comer en el camino, bueno talvez también la mariposa que se metió al auto, era demaciado bonita y colorida como para ignorarla.

De ahí en fuera mi atención estuvo totalmente en el, claramente no lo iba a admitir. Puf ni que fuera el amor de mi vida o algo.

-Hyung perdóname. -Tomó mi brazo mirándome con sus ojos brillantes.

-Esta bien, pero nunca vuelvas a tomar mis mandarinas.

-Pero hyung, tu le dijiste a Hoseok hyung que compartirias una mandarina con alguien especial, ¿yo no soy especial?. -El cambio de tono en su voz me dio a entender que esta vez no estaba jugando.

-Niños ya llegamos. -Nunca me había sentido tan agradecido de que mi madre interrumpiera algo.

Antes de bajar del auto aproveche para entregarle una mandarina a JiMin bajando del auto con mis mejillas sonrojadas. El no tenía que saber lo especial que es.

Corto pero quería actualizar bebés, espero que estén bien y que se estén alimentando bien, es importante que lo hagan.

Gracias por leer, los quiere.

Hope💚

𝙼𝚒𝚗 𝙴𝚕 𝙲𝚑𝚒𝚌𝚘 𝙼𝚊𝚗𝚍𝚊𝚛𝚒𝚗𝚊 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora