✰ᴛʀᴇs

16 4 1
                                    

Si bien no había dicho que JiMin era especial en su vida, ambos sabían que así era.

JiMin parecía saberlo más que el, pues no se quería despegar de su lado.

Al llegar a la casa de la abuela sabía lo que vendría. Si, que sus mejillas quedaran extremadamente rojas y apachurradas por las arrugadas y dulces manos de la abuela.

La amaba, sin duda alguna su abuela era la mejor persona que podría existir para el, con sus delicadas manos preparaba siempre galletas pera su llegada. Alguna que otra con sabor a mandarina para YoonGi.

Era un buen día para estar con ella, el clima era perfecto y ella no estaba enferma ahora. Podía disfrutar el suave aroma que ella desprende, al igual que las alegres risas de las personas que adora.

Estaba concentrado en ver a su abuela, pero ella intencionalmente colocó una mandarina a escondidas de sus padres para que el pudiera tomarla. ¿Cómo lo haría sin que su padre se diera cuenta?.

Queriendo usar sus habilidades sigilosas, estiró un poco su brazo, fallando en su primer intento.

Así fueron 6 o, ¿9? Intentos, justo cuando estaba a nada de tomarla y lograr lo que quería, JiMin grito.

-YoonGi Hyung, sería la décima en el día. -Tomó la anaranjada fruta dándosela a mi madre.

Pequeño traidor. 

Ella pensó divertida, viendo al pequeño entregarle su mandarina, sabía que eran sus favoritas, sabía que le encantan pero eran tan excesivo con ellas más que cualquier cosa.

YoonGi lo miro frustrado por no conseguir lo que quería, pudo verse formar un puchero. Pero su madre simplemente no lo permitió y termino por salir de la cocina.

La abuela de YoonGi vió la cara de frustración de su adoración, así que él no lo sabía, tampoco su madre pero hizo un pequeño pastel especial para él; sabía que era una adicción comer tantas mandarinas para él pero tan solo una vez quiso consentirlo un poco, bueno en realidad la mayor parte del tiempo lo hacía pero aún más ese día pues era un gran chico.

Su niño siempre sacaba buenas notas y era bien portado con sus padres, siempre ayudaba en lo que podía a sus padres y amigos, YoonGi no era lo que aparentaba, el era su bolita de azúcar.

Ese día la abuela volvió a sorprender a su adorado nieto con un pastel con pequeños gajos de mandarina, especiales para el. La mirada reprobatoria de su hija apareció, pero, ¿qué más podía hacer ella si solo podía ver a su adoración una vez al mes? Fácil, consentirlo como se lo merecía.

Además de recibir como recompensa, un abrazo y besos en su mejilla de su parte.

YoonGi sonrió, se sentía como si siempre se saldría con la suya al final del día, su padre lo miraba rendido, sabía que no podía quitarle el pastel que la abuela hizo con mucho amor para ellos, JiMin solo comía contento e incluso iba por la tercera rebanada, ¿quién era el adicto a las mandarinas ahora?

Realmente para mi 74 leídas son mucho suxwjxj, enserio se los agradezco, este capítulo me ayudó a escribirlo mi angelito Sarahi_Salas95 ella me ayudó con ideas también.

Gracias por leer.

Dani 💚

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 11, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝙼𝚒𝚗 𝙴𝚕 𝙲𝚑𝚒𝚌𝚘 𝙼𝚊𝚗𝚍𝚊𝚛𝚒𝚗𝚊 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora