Capitulo 0

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La lluvia caía fuertemente y el viento soplaba de tal manera que parecía que la casita de madera en medio del bosque caería completamente o que de un momento a otro saldría volando. Dentro de esa pequeña casita había una mujer con un bebé entre las piernas el cual lloraba desconsoladamente. No dudó en agarrarlo y cobijarlo con su propia ropa.

—Pequeña —La bebé se calmó al estar en los brazos de su mamá, parecía que la miraba y le entendía—Se que no recordarás esto..., —Su voz se entrecortó al mismo tiempo que una lágrima caía en la piel rosácea de la recién nacida.

La tierra comenzó a temblar, la madre estaba bastante agotada y sus ojos se cerraban pero no podía permanecer en ese lugar. Aún estaba conectada a su hija por el cordón umbilical por lo que se levantó con la bebé en brazos para buscar algo filoso y cuando lo encontró lo cortó.

Buscó por el pequeño lugar más mantas con las cuales cubriría a su hija para salir. Tapó a la niña tanto con las cobijas como con su propio cuerpo y una vez preparada, salió.

El viento rugía, la lluvia nublaba la poca visión que los ojos café de la mujer podía adquirir en esa noche particularmente oscura, sin embargo eso no la hizo detener. Corrió lo más que pudo, el aire la quería llevar pero se aferraba al piso la cual parecía que la quería hundir.

—Mi amor, lo que voy a hacer te ayudará a ti pero yo no podré salvarme.

Se hincó para buscar con una mano algo, lo que fuera una rama o una piedra que la ayudaría y se encontró lo segundo. Cerró sus ojos diciendo unas palabras inaudibles haciendo que la piedra se iluminara de rosa, una vez lista aventó la piedra hacia arriba usando algo de las pocas energías mágicas que le quedaban.

—Eres una muy buena chica.

—..... —Alzó la mirada al escuchar su nombre—Te ves tan miserable, era de esperarse al elegir a un humano como tu esposo. Tú, una guardiana respetable te cruzaste con la raza inferior y ahora tuviste una hija que siquiera es híbrida sino humana..., sufrirán tanto así que las mataré, les ahorraré tanta humillación.

La de cabellos negros se levantó como pudo, aún algo encorvada lo miró a los ojos sin bajar la mirada, era algo que la había caracterizado desde muy pequeña...

—Estás celoso pero por más desprecio que me tengas, quisieras que esta niña fuera tuya.

—¡Ja! es una humana, que asco —Habló con tanto coraje y desprecio que la mujer sintió como su corazón era aplastado pues no sería la primera vez que se dirigirían así a su hija.

Aquel hombre de cabellos oscuros y tenebrosa voz la quiso atacar pero ella hizo un campo de energía que tan sólo la cubría a ella junto a un árbol en el cual había un joven dormido con una flecha en el pecho. No lo había visto por la oscuridad del lugar pero ahora con su campo de energía alcanzaba a iluminarlo.

Dejó a la pequeña niña en la base del árbol, gracias al chico la lluvia no le caía a la bebé la cual comenzaba a llorar nuevamente pues dejó de sentir a su madre.

—Inuyasha, eres despreciable pero cuídala en lo que llega... ¿Estás llorando?, no vale la pena, yo volveré.

Dio media vuelta mirando por última vez a su pequeña niña la cual seguía llorando. Se salió del campo que había hecho para enfrentar al hombre, sabía que si se quedaba adentro aquel hombre destruiría el campo de inmediato y los mataría pero si lo enfrentaba podría ganar tiempo hasta que llegaran a salvar a su pequeña

—¿Te enfrentarás a mi?, ni siquiera tienes las fuer...,

—Incluso en este estado te puedo hacer frente —El hombre molesto comenzó a atacarla con sus propios puños y ella podía defenderse aún por lo que esquivaba los golpes, no duraron mucho pues parecía que el sujeto se dio cuenta de algo.

—Le llamaste —Miró a la mujer y sonrió —Salvaste a tu hija pero tu no lograrás estar con ella.

No supo como pero algo había atravesado su pecho, quizá le perforó un pulmón. Todo pasó tan rápido, el agua que caía en su herida se tornaba roja, veía todo como si una película se tratase pues su vista se apagaba. Lo último que vio fue que el campo de energía desapareció, oía el llanto de su hija lejano aunque estuviera cerca de ella.

No alcanzó a llegar a ella, tan sólo pudo tocar el manto en el que estaba envuelta pero pudo ver a quien había esperado, lo sabía aunque su vista fuese borrosa.

—Rin, su nombre será Rin.

Finalmente todo se tornó oscuro para ella, tal sólo pudo pensar en que todo lo que deseó durante su embarazo no se haría realidad, no vería crecer a esa niña que se había convertido en su todo.

Rin, mi amor por ti sobrepasa la muerte.

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⏰ Última actualización: Apr 21, 2022 ⏰

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