Cama de Rosas ~Jon Bon Jovi~

Cama De Rosas: 26

25 de Junio, 1995

Wembley, Brent. Londres

Traté de reunir la fuerza y valor necesarios mientras me abrochaba el cinturón y Christian me ayudaba a poner a mis hijas en sus sillas dentro del coche. Me lo pregunté seriamente unas cuantas veces más, acerca del tema de si hacer esto está bien o no, y todas mis respuestas apuntaron que no, pero ver los ojos de mis hijas me hacían cambiar por completo de opinión. Tienen los mismos bellos ojos de su padre. Ambas son hermosas.

Christian se subió al asiento del copiloto. Le agradezco que haya venido conmigo. No hubiera podido hacerlo sola.

—Podemos irnos cuando quieras.

Quité el freno de mano y aceleré. No tiene caso seguir atrasándolo más. Puse el auto en marcha con la mano de mi mejor amigo sobre la mía. Es probablemente lo único que me evite girar y encerrarme en mi casa con mis hijas por el tiempo que me reste de vida. Mis hijas... Mías.

El trayecto me pareció rápido por la presión de que ya no quería estar ahí. Mis niñas miraban con atención cada una de las cosas a su alrededor, y se quedaron asombradas cuando tuvimos el gran estadio a unos cuantos metros de nosotras.

—¿Están ahí adentro, mamá?

—Si, Soph Están ahí dentro.

—¿Podemos comer una hamburguesa, mamá?

—¡Yo quiero pizza!

Y sonreí al recordar como su padre prefería también comer pizza por sobre todas las cosas. Podía ir al restaurante más caro de toda la ciudad de Nueva York, y aún así, elegía comer pizza.

Me estacioné lo más cerca que pude a nuestra entrada y me aseguré de llevar todo lo necesario con nosotros y, cuando lo tuve todo listo, lleve a mis hijas a comprarse lo que querían. Quiero que tengan al menos un buen recuerdo de este concierto si algo no sale bien con el idiota de su padre.

—Mamá, ¿Podemos tener una camiseta?

—Claro — Me acerqué con ellas al lugar donde tenían todas las camisetas colgadas. De esta gira y de anteriores —, ¿Cuál les gusta?

Miraron unos segundos y luego, ambas giraron en dirección a la misma camiseta... El estampado de Jon en Keep The Faith siempre será el mejor, y fue justo el que eligieron. Las vi ponérselas, y sus caritas fueron idénticas a la de él. Nadie podría negar que son hijas suyas.

Faltando casi quince minutos para que iniciara logramos entrar entre la masa de gente que había en cada una de las entradas. Christian Cargaba A Savannah y yo a Sophia, hasta que llegamos a los asientos, por ahí de la tercera o cuarta fila del primer piso. Fue lo más cerca que logré conseguirlos si quería también el VIP. Christian fue muy considerado en comprar sus boletos por su cuenta, me ayudó mucho con eso. Y me encontré a mi misma pidiéndole a Dios algún milagro para que detuvieran el concierto, que lloviera o que pasara algo... Pero supe que mis súplicas habían sido en vano cuando las luces bajaron y las pantallas se encendieron.

—¡Buenas noches, Wembley!

Maldita sea...

Salió y subí a mis hijas a sus asientos para que pudieran verlo mejor. Nunca olvidaré todo el asombro que había en sus caritas ni como me preguntaban cómo se llamaba cada canción que pasaba. No sé cómo nunca fui a verlo en vivo antes... Ha cambiado un poco. Ya no usa ese peinado que tanto me gusta; ahora simplemente deja su cabello suelto y usa algo para evitar que le tape la vista. Ya no luce como un niño bueno, si no como un tipo rudo y seguro de sí mismo, brillante, como una estrella en la infinidad.