Intermedio 01: La bailarina del valle

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Avanzo con paso lento y calmado. El cielo lleno de estrellas y las tres lunas me observan en la plenitud de la noche. Mis pies descalzos sienten el pasto mientras el viento templado del valle acaricia mi piel. Amo el paisaje nocturno de este lugar, siempre me trae a la mente recuerdos de un pasado lejano, momentos borrosos que ya nunca volverán y que no falta mucho para olvidarlos para siempre. Pero hay algunas personas que no borraré de mi memoria jamás, después de todo son los responsables de mi maldición, de que yo esté aquí.

Observo mi reflejo en el lago que hay justo en medio del valle, mi pequeño paraíso oculto entre las montañas. Vengo aquí por lo general una vez por semana y me aseguro de que nadie me siga, debo evitar que sepan de mi poder o la historia podría repetirse nuevamente.

Mi garganta comienza a soltar palabras con afinación, notas de una canción dedicada a los ya extintos dioses... o quizá simplemente palabrería sin sentido cuyo propósito me lo he inventado yo.

Mirando alto, vi las estrellas,

Me pregunté por qué su luz era tan bella,

No fue un sueño, fuego sentí...

Sigo la luz frente a mí, yo la anhelo,

No sé por qué mis deseos que en verdad quiero,

Suelen posponerse por los de alguien más...

Mientras canto uso mi bendición, Far Beyond Time & Space. Las tres lunas iluminan completamente el planeta y mi poder se incrementa. Mi figura se fusiona con la fría agua del lago mientras varias crestas y figuras se forman con el líquido donde estoy sumergida. Comienzo a caminar sobre el lago usando la luz como suelo. La noche es mi espectador. Bailo, lo hago con elegancia mientras continúo cantando con esperanza de que algún día pueda recuperar mi anterior vida a pesar de lo imposible que es. Me pregunto si mi manipulación con la luna me permitiría viajar en el tiempo. No, eso es imposible, solo puedo manipular la luz lunar, cambiar su forma o incluso luchar si es necesario, pero siempre dependeré de los astros.

Mi danza sobre el lago continúa mientras el agua comienza a emitir la misma luz que yo le trasmito a través de mis pasos. La paz y la tranquilidad me invaden cada vez más y me olvido por un rato de mi vida, solo quiero bailar hasta morir y despertar nuevamente como si nada hubiera pasado.

—¡Leonore, eso es increíble! —una voz que conozco a la perfección me habla.

Mi concentración se pierde en ese instante. Las bellas formas que tomó el agua se precipitan hasta la superficie del lago al mismo tiempo que yo. Caigo e intento nadar hasta la superficie. Podría usar mi bendición pero ya tengo bastante con el hecho de haber sido descubierta.

Después de ahogarme una vez finalmente abro mis ojos cuando mi cuerpo está en la orilla. Ahí me espera Nika con ojos llorosos. Le sonrío tratando de romper el tenso ambiente. Ella me abraza fuertemente y solloza un poco.

—Creí que te habías ahogado... vi tu cuerpo flotando en el agua y me arrepentí de haberte hablado—llora un poco sin soltarme.

Técnicamente no falló, me ahogué intentando llegar desde el centro del lago hasta la orilla. Pero mi maldición me impide morir. No sé en qué demonios pensaba la diosa al crear la Promesa, la Esperanza y el Deseo. Oh, cierto, Nika es mi "hermana", y lo digo así porque no comparto lazos sanguíneos con ella, ni siquiera soy adoptada pero llevo mucho viviendo con ella y su madre. Ellas saben muy poco sobre mí y mi pasado o la maldición que me acecha y aun así me acogieron en su hogar, es por eso pienso en ella como una hermana adoptiva.

—Tranquila, estoy bien—la consuelo.

Poco a poco se tranquiliza hasta que el ambiente nocturno es lo único que se oye.

—¿Podrías explicarme que hiciste?—pregunta tan pronto como recupera la cordura.

—Es algo difícil de entender... a todo esto, ¿por qué me seguiste?—cuestiono tratando de evadir la pregunta que me hizo.

—Siempre tuve la duda de saber a dónde ibas cada vez que salías de casa a "escondidas", así que te seguí y de pronto te veo caminando sobre el lago, manipulando el agua, bailando y cantando como si fuera algo habitual—contesta con toda su historia.

Suspiro. Va a ser difícil y largo revelar todo. Supongo que puedo darme el lujo de omitir algunos detalles, no solo por acortar la historia, sino por su salud mental también.

—Mi vida se remonta a millones de años atrás, de una época más lejana que la misma creación del universo. Fui elegida como la portadora de tres partes de un poder celestial. A pesar de ser una bendición, a mí me parece que es una maldición. Las personas que me heredaron dicha responsabilidad fueron mi padre, mi maestra y la mismísima diosa, una de la que ya no escucharás ni en leyendas. Portar dicho poder me convirtió en nada más que un estúpido cimiento para construir un nuevo mundo y olvidar en los eones de la historia una guerra trágica. Debo seguir viva para que el mundo siga existiendo, por ello soy inmortal y nunca podré descansar. Un sufrimiento infinito—cuento con crudeza mi vida.

Nika simplemente se queda en silencio. Me pregunto si acaso contarle la verdad del universo fue lo mejor.

—Eso es terrible. No sé qué decir al respecto—contesta después de digerir todo.

—No es necesario que te preocupes por pensar en ello, simplemente olvidemos que todo esto pasó—le propongo.

Ella niega con la cabeza.

—No... no quiero olvidar esto. Pensar que una persona carga con tal responsabilidad es horrible. Quisiera poder hacer algo al respecto, pero no puedo ofrecerte más que mi compañía por el tiempo que mi vida me permita—ella toma mis manos y las entrelaza con las suyas. El ambiente de pronto cambia de trágico a cálido.

No creo que sea el momento más adecuado para el ¿romance?

—¿Leonore es tu nombre real?—pregunta mientras nuestros cuerpos descansan en el pasto.

—¿Por qué lo dudas?—cuestiono.

—No lo sé, simplemente no creo que después de tantos años existiendo conserves un mismo nombre, debes de cambiar de identidad cada cierto tiempo, ya sabes, para evitar un perfil alto—contesta Nika. Creo que entiendo a qué se refiere.

—Nunca he tenido problemas con eso. Leonore es el único nombre que recuerdo. Pero si lo deseas...

Nika me observa con brillo en sus ojos, un sentimiento que me hace sonreír y sentir calor. Sé que algún día acabaré olvidando el nombre de esta chica, pero como me gustaría que mi eternidad sea junto a alguien que estime mucho.

—Si lo deseas... puedes llamarme Charlotte—digo mientras las lunas iluminan el valle.

La Promesa de Charlotte © | #01 [CAPÍTULOS DE MUESTRA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora