UNION PARTY [parte 2]

Introducción.

- ¿Estás seguro de lo que me estás diciendo Mimí? - el rapero se pasó la mano por su pelo plateado mientras seguía dando vueltas en su estudio.

- Sí, estoy seguro de lo que vi esa noche - el menor estaba sentado en la silla al frente del ordenador donde el mayor componía música.

- Pero, ¿no será que por el alcohol viste cosas que no son reales? - el mayor tenía la esperanza de que aquel joven solo estuviera borracho y lo que vio no fuera cierto.

- Crees que el alcohol me haría ver a tres de nuestros amigos acostados, desnudos y abrazados en la cama de Taehyung - estaba alterado.

- Lo siento, tienes razón, repíteme una vez más todo lo que viste- Yoongi quería que todo le quedara completamente claro.

- Cuando llegue no vi a Hobi en nuestra habitación compartida, entonces salí a buscarlo por el pasillo y cuando pase por la puerta de Tete vi algo- el menor trago saliva – Era ropa interior, estaba en el marco de la puerta, trancándola, entre y mire como había varias prendas en el suelo, me acerque a la cama y estaban los tres completamente desnudos y abrazándose.

- ¿cómo sabes que estaban completamente desnudos? - Yoongi seguía sin poder creer lo que escucha.

- Miré bajo las sabanas y - se tapó la cara - le vi las pompis a Tae - se notaba un sonrojo en las mejillas del menor, Yoongi se acercó y lo abrazó. Ellos eran una pareja peculiar, pues se amaban mucho, pero al contrario del Taekook ellos solo demostraban afecto cuando estaban a solas.

- Tranquilo no te avergüences por eso - dijo ronco en un susurro.

- ¿Que deberíamos hacer? - el menor unió sus ojos con los del mayor

- Dime Mimí, que piensas de lo que ellos hicieron - el mayor le regalo una sonrisa gatuna.

-Dios, ¿es enserio Yoons? - el menor dio una risilla baja.

- Vamos dilo, esto será divertido - el rapero empezó a acariciar el cabello del pelirosa, dándole mimos con una sonrisa en su cara.

- Se a dónde va esto y me gusta - el menor unió sus labios con el de su novio y ambos siguieron hablando en ese estudio, que conocía mejor que nadie todas las aventuras de ellos dos.

Aquella conversación pronto se convirtió en una planeación, donde contaban algunas cosas poco convencionales y ellos, sonriendo, se pusieron de acuerdo para trazar un plan curioso y alocado al mismo tiempo.