Bright autumn ♡ [CHANBAEK]

Segunda parte.

Absorbido por la oscuridad recaía un peso enorme en sus hombros, sentía que nada le resultaba bien incluso cuando trataba con todas sus fuerzas de que así fuera, simplemente todo se marchitaba como flores en otoño, un cruel destino danzante de estaciones.

Su cabeza mezclada de mala hierba no lo dejaba escapar, azotaba contra su nuca la persistente sensación de pesadez aplastante, contra su oído murmullos melancólicos, tinieblas espesas abrazando la cruda soledad.

— Estoy bien.— Repitió cansado en lo más profundo de su ser pero en el exterior contrastaba una sonrisa igual de radiante que el sol.

El cosquilleo comenzó a causar desesperación en el cuerpo de Byun, igual de sofocante que estar dentro de un sauna, quería que Park volviera a su hogar pero no quería dejarlo ir sin embargo podría ver su lamentable condición.

— Ven por la noche, podemos ver alguna película si deseas.—

No quería sonar desesperado, necesitaba su propio espacio para respirar o acabaría arrastrando al chico que le gustaba al abismo, no podía permitirse ese atroz hecho, no quería ocultar las estrellas delante de sus ojos, tampoco eclipsar esa verdadera sonrisa llena de alegría.

Y cómo si fuera una recompensa las palabras del más bajo le dieron al más alto en el centro de su pecho, atravesando aceleradamente su alma.

— Iré a terminar algunas cosas pendientes que dejé, volveré.— Murmuró igual que una mascota a las órdenes de su dueño.

Byun Baekhyun lloraba de tristeza, apretaba su pecho con las manos vueltas puños, rogaba a los cielos que sacaran esa inexplicable sensación de su interior, rogó y siguió rogando para que se detuviera.

El manto de oscuridad envolvió su pequeña habitación, cayó de rodillas al suelo sin fuerzas, temió de la soledad que lo acechaba queriendo estar en los brazos de quién amaba en secreto.

De quién más amaba en la vida.

Veía a diario como casi todas las personas llevaban un ritmo de vida normal, contempló como todos avanzaban a un paso rápido y él seguía adónde mismo, sin saber que hacer de su vida, sin poder encontrar su lugar.

¿Acaso era una especie de pieza fuera del rompecabezas? ¿Un error en la matriz? ¿Alguien que se equivocó de tiempo? ¿Una persona que no merecía la vida?

Lloró todavía más, con fuerzas y en silencio para no despertar sospechas en su familia, rompió su propio corazón creyendo sus propias palabras.

Soy un error.

Al cabo de tres horas ya se encontraba medianamente bien, limpió el desastre en su rostro y se maquilló naturalmente para ver a su vecino, no quería desentonar la belleza del otro.

—¿Te han dicho que eres idiotamente puntual?—

Allí, con los ojos grandes y un ramo de donuts, Chanyeol me pedía entrar.