(G)I-DLE One-Shots

Barbie & Ken

════ ∘◦❁◦∘ ════ 

"Girl when you grow up, you're gonna find a nice man, make sure you're pretty enough. You'll be living a life like Barbie and Ken"

La alarma interrumpió su sueño a las siete de la mañana, horario en el que acostumbraba a levantarse, era invierno y en otra ocasión le habría apetecido seguir en la cama pero también era lunes y algo más allá de su trabajo la alentaba a ponerse en marcha. Con un poco de fuerza, escapó de los brazos fuertes que aprisionaban su cintura e ignoró los quejidos y las súplicas porque permaneciera otro momento, la sola idea le hizo moverse un poco más rápido aunque jamás daría crédito de eso.

Tomó su celular de la mesa de noche y sonrió al ver la imagen que utilizaba como fondo de bloqueo, una que a simple vista era solo su grupo de amigas pero que sin embargo le despertaba un extraño sentimiento de calidez al contemplar a la persona que posaba junto a ella, tampoco lo admitiría.

Buscó su bata y cubrió su pijama mientras se dirigía al baño para higienizarse y empezar su rutina, en el camino se detuvo a leer los mensajes que llegaron mientras dormía, había uno en particular que había ingresado a las tres de la mañana, no necesitaba leer el nombre para saber a quién le pertenecía e hizo nota mental de regañar al remitente por desvelarse otra noche. Luego de acabar con su aseo bajó directamente a la cocina, en donde dispuso dos tazas mientras preparaba el café y unas tostadas, algo simple y rápido que le proveería de energías en no más de media hora.

Mientras servía la bebida sintió los mismos brazos que la rodeaban al despertar apoderarse de su cintura y empujarla hacia atrás, ella protestó un poco pero dejó que él le besara la cabeza, olía a desinfectante, siempre que utilizaba su uniforme del trabajo lo hacía, y en su cabeza se dijo que era eso lo que le molestaba y no otra cosa.

-¿Puedes poner mi café en uno de los vasos térmicos? Necesito llegar al hospital un poco más temprano hoy- la voz reverberó contra su coronilla y ella reprimió un escalofrío, no estaba mal sentir algo así por una pareja pero en el fondo sabía que ella no lo hacía por las razones esperadas.

-Claro, deja que busque uno- Lo apartó con sutileza y se inclinó para abrir la puerta de uno de los estantes, sacando el objeto que requería para llenarlo con café, en algún momento él volvió a acercarse para acariciar su cintura gentilmente, pero ella no le dio mayor importancia. - Bébelo cuando llegues al hospital, sabes que no es seguro hacerlo mientras conduces.

-Sí, mamá- se burló él, a lo que frunció el ceño.

-Hablo en serio, Lucas, además la última vez manchaste los asientos del auto, odio que las cosas estén sucias.

-Está bien, está bien...- rio y la asió por el talle para besar sus labios, ella correspondió de inmediato, mecánicamente, ya estando acostumbrada a ello y en su corazón se asentó una súbita desazón cuando, nuevamente, no sintió nada más allá del tacto de sus belfos fríos. No había fuegos artificiales, mariposas o calor en el estómago, no desaparecía el mundo ni se detenía el tiempo, era solo un beso. - Me tengo que ir, Kun va a ponerse insoportable si le fallo.

-Ve entonces- él asintió pero sus manos viajaron a su rostro para acunar sus mejillas, sus ojos chocolate la contemplaron con admiración y ella sonrió, deseando enmascarar que por alguna razón no estaba sucediéndole lo mismo. No tenía sentido, se dijo, Lucas era indudablemente apuesto, cualquier chica moriría porque alguien como él la contemplara de esa forma.

-Eres hermosa, Song Yuqi- le oyó decir y si eso hubiese sido una película romántica sus mejillas habrían ardido ante el amor abrasador que le profesaba pero a falta de una mejor reacción se encontró a sí misma elevando su rostro para besarlo y ocultar lo que intentaba esconder hasta de ella misma. Casi cinco años juntos y... No importa.