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-¿Qué tu qué?- la sorpresa domina su rostro- Dilo de nuevo, por favor- suplica.

-Te quiero, Lucca-sonrío.

Decir que estaba perplejo era poco, sus ojos se abrieron con asombro al igual que su boca. Sé que no se lo esperaba y menos de mi, que soy un jodido cubo de hielo, por lo que dejo que lo asimile.

Y joder,  si que valió la pena.

Una sonrisa que no había visto antes se extiende por su rostro, sus ojos se iluminan y puedo ver felicidad en ellos.  Es jodidamente hermoso y perfecto, esa sonrisa me encanta, haría lo que fuera por verla cada día.

Toma mis mejillas con sus manos dejando muchos besos sobre mis labios. Suelta una risa cuando se pone de pie conmigo en brazos y comienza a girarme, sonrío al ver esta reacción en él.

Me encanta.

Él me besa de una manera que me deja atónita. Su felicidad, amor, y muchas otras emociones similares estaban presentes en su beso, haciéndolo el mejor que me han dado en mi vida.

-Joder- sonríe sobre mis labios- También te quiero cielo, claro que lo hago- besa mis labios y sonrío.

Salió mejor de lo que esperaba.

Esa noche dormí entre sus brazos, con mi cabeza en su pecho, oyendo los relajantes latidos de su corazón.

(...)

Unos ruidos leves me despiertan, sin embargo no abro los ojos al saber que se trata de Lucca. Lo oigo dejar algo en la mesita de noche antes de acariciar mi mejilla.

-Eres tan hermosa- murmura mientras hago mi mayor intento de no sonreír.

Siento sus labios en mi frente, luego en mi mejilla, mi nariz, la comisura de mis labios. Cuando deja un suave beso sobre estos sonrío.

-Sabía que estabas despierta- sonríe acostándose sobre mi, con cuidado de no aplastarme, y apoya su cabeza en mi pecho. Beso su cabeza antes de acariciar su cabello, sé lo mucho que le gusta. Lo confirma cuando deja escapar un suspiro.

-¿Has preparado el desayuno?- pregunto algo asombrada.

-Claro, soy bueno en la cocina- deja un beso en mis labios antes de levantarse y tomar la bandeja para dejarla entre nosotros.

-Eres jodidamente perfecto- muerdo mi labio mirándolo. Él sonríe y yo veo el desayuno que ha preparado para nosotros.

Mis cosas favoritas están ahí. Todo preparado con tanto detalle, tan perfecto que sonrío sin poder evitarlo.

-Son mis cosas favoritas- digo al momento en que observo todo con detalle. La emoción que siento es nueva, todo esto es nuevo para mi.

-Lo sé- sonríe.

-¿Por qué haces esto?- pregunto.

-Lo mereces- susurra- Mereces cada jodida cosa buena en este mundo- sonríe y muerdo mi labio, viéndolo con adoración pura.

-Eres perfecto- beso sus labios, dejando una sonrisa en estos. Me enfoco en el desayuno frente a mi, me sorprende ver todas mis cosas favoritas en él- Esto es...perfecto- sonrío- Es todo lo que me gusta- lo miro incrédula.

-Lo sé- toma la rosa blanca y me la entrega con una sonrisa encantadora- Una rosa blanca, son tus favoritas- la tomo y su aroma me encanta.

-¿Qué tanto sabes de mi, Black?- hablo juguetona.

- Más de lo que crees- sonríe orgulloso- Y puedo probarlo- toma el plato con mis frutas favoritas- Fresas y moras, las amas- apunta.

-¿Cómo...

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