"A mal tiempo, buena cara o eso es lo que dicen."
Shone;El sonido de la alarma logra despertarme, mis párpados pesan y puedo notar el cansancio en mis músculos.
La botella de whisky sobre la mesa me hace recordar lo que pasó, mi cabeza duele como el demonio.
Me levanto con pesadez mientras suelto un quejido, la resaca siempre es un maldito problema, pero es el alcohol el que me hace olvidar de que soy un completo fracaso.Aún recuerdo cuando era un novato...confié en las personas equivocadas, puñaladas en la espalda y falsas sonrisas que terminaron por dejarme solo.
Con poco más que mi ropa interior me dirijo al baño, mi reflejo me deja ver como soy ahora, mi piel blanquecina es "decorada" con ojeras en mis ojos oscuros debido al desvelo, mi cabello gris está desarreglado...en resumen, un desastre total. Tomo una ducha de agua tibia para relajar mis pensamientos. El dulce sonido de las gotas sobre mi cabeza...es hipnotizante, si fuera por mi me quedaría aquí toda mi puta existencia...pero, eso no cubriría el alquiler, mucho menos los gastos.
Salí del baño y me vestí adecuadamente, traje y corbata como siempre. Mi vida se a vuelto tan monótona...ir a al infierno que conozco como trabajo, torturarme a mi mismo y joder aún más mi reputación, terminar e irme a casa, la vida de un hombre solitario. No quiero darme a entender mal, me he acostumbrado a esta vida, es relajada...aunque hay veces donde recaigo nuevamente en la tristeza.
. . .
Me abro paso en la comisaría. Mía, la secretaria me hace señas para que vaya hacia ella, ¿que querrá esta vez?.
— Wolf, el jefe quiere verte, dijo que fueras directamente a su oficina.— A su oficina...me lo esperaba, el día anterior termine por abandonar el caso, no tenía ni pies ni cabeza, era una pérdida de tiempo seguir. Además...que nisiquiera participaba activamente en el, no es como si no quisiera hacerlo, solo no tenía la autorización para ello, después de todo...nadie quiere que el peor detective de la comisaría ponga sus narices en su caso.
— De acuerdo, gracias por avisarme.— No perdí tiempo y fui directamente a la oficina del "come donas" como era conocido el jefe de policía Patrick James, hombre conocido por su mal genio y malas respuestas, y un sobrenombre muy acertado si me preguntas. Abrí la puerta, el nauseabundo olor de tabaco que me da la bienvenida me hace mirar a otro lado, yo también soy fumador, pero...¿que esta quemando?, ¿cortinas?. La poca luz que hay en la habitación gracias a la persiana me deja ver su rostro.
Gordo, prácticamente calvo salvo por casi inexistentes hebras de cabello, de tez blanca y cabello ya blanco y delgado. Aveces me pregunto...como hace los botones de su camisa para no salir disparados, mucho no le faltaba realmente.
— Shone Wolf, que disgustó tenerte aquí.
Me adentré en la oficina cerrando la puerta en mi espalda. No me senté, esto nunca dura más de 10 minutos. Patrick coloca sus codos en la mesa, puedo distinguir que eso le costó, normal, tuvo que encorbarse, su camisa ahora debe pedir a gritos que vuelva a su estado original.
— ¿Sabes por qué quise que vinieras?.
— No hay que ser un detective para saberlo.— Esperaba el clásico sermón, era habitual para mi. Crucé mis brazos esperando el grito inicial, pero a cambio de eso recibí una sonrisa...maliciosa, tiene algo entre planes.
— ¿Oh enserio?, y que tal si te dijera que esta será tu última oportunidad, "Shoun".
— ¿Última oportunidad?, ¿a que te refieres?.— Había puesto mis manos sobre la mesa de golpe, esas palabras me aterran. El se levanta de su silla, el sonido de la misma me hace pensar que no quedaría mucho tiempo para que se rompiera, me haría gracia en otra circunstancia, pero ahora solo me queda mirar como camina alrededor.
— Estoy harto de ti Wolf, abandonas los casos, tienes el peor historial de la comisaría y tu actitud es peor...¿puedes decirme la última vez que resolviste uno?.- Iba a responder a dicha pregunta pero el me ignoró, baje la cabeza cerrando los ojos. Se lo que soy, se lo que tengo, pero ahora...estoy en un aprieto y serio.
— Estoy harto de las quejas sobre ti y de tus errores, para colmo no puedo despedirte aún, el estado te protege, aunque seas un inepto, así que...última oportunidad, último caso, resulvelo o estas fuera.- Colocó un sobre en frente de mi, la forma en que lo puso hizo un pequeño sonido en la madera del escritorio. Molesto solo tomé el dichoso sobre y procedí a irme, no sin que James me dijera unas últimas palabras.
— Ah y Louis estará vigilando, ya sabes...por si acaso.- ¿Y cuando no esta vigilando todo lo que hago?, abrí la puerta y cerré de un portazo. Me importa poco/nada lo que los murmullos ahora decían sobre mi.
Como si me fueran a afectar a estas alturas.
Fui directamente a mi despacho, abrí la puerta y...otra sorpresa, este día iba a ser pesado. Louis, el perro faldero del jefe quien ahora estaba en mi silla poniendo sus asquerosos zapatos sobre mi escritorio. El, era un hombre era de aproximadamente 1.76, este si que no tenía un pelo de tonto, barba desaliñada y piel morena.
Aclaré mi voz para alertar de mi presencia, Louis se levantó apresurado y fue al asiento en frente del escritorio. Era de esperar que quien solo le dice al jefe que hacen mal los demás fuera un cobarde. No dije una palabra y fui a sentarme en MI silla, el no dirá hola, ni yo tampoco, el sentimiento de odio era mutuo.
Louis arruinó alguno de los casos donde fui puesto con el, ¿pero a quien creerle?, al peor agente de la comisaría entera o al perrito faldero de Patrick.
Abrí el sobre y saqué el expediente del caso, dos menores desaparecidas...14 y 17 años de la familia Williams. Como no conocer esa familia, fiestas lujosas en su casa de campo una vez al año. Niños que no saben apreciar el dinero supongo...revisando más a fondo me encuentro con algo interesante.
"Albert Williams recibió una amenaza por parte de Nethan Cross, ex-socio de Williams un día antes de la desaparición." Al menos ahora hay un sospechoso...aunque, todo se confirmará en el interrogatorio.
— Nos vamos.— Dije en voz alta, Louis solo me miró de reojo, me levanté de mi silla y caminé a la puerta, Louis me siguió.
Será mi última oportunidad para demostrarme que podré con esto.
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Rastros del pasado.
Mystery / ThrillerAño 2018, el presidente de los Estados Unidos de América decide un decreto que podría cambiar el rumbo policial y criminal. - Para aumentar el porcentaje de casos resueltos, la policía tendrá la obligación de aceptar a los investigadores privados co...